¿Qué pasó?
Internacional

La anteúltima semana del año trajo datos dispares que volvieron a presionar al alza a las tasas de interés afectando negativamente tanto a bonos como a acciones. La inflación implícita en el consumo de EE.UU. resultó por debajo de las expectativas pero su caída se debió exclusivamente a la baja en los precios de los bienes mientras que el valor de los servicios fue igual al mes anterior. Sin embargo, la sorpresa negativa la dio el gasto que retrocedió respecto al mes previo, al mismo tiempo que los ingresos volvieron a superar los pronósticos. Por otro lado, la estimación final del PBI del tercer cuarto de 2022 se volvió a corregir al alza con una mejora en consumo privado, dejando mayor margen de maniobra a la Fed para ajustar la política monetaria de cara a 2023. En el mercado de commodities, el petróleo se recuperó empujado por un recorte de producción que podría aprobar Rusia en el próximo año. En el resto del mundo, Brasil fue el gran ganador de la semana, recuperándose de la fuerte caída que había marcado en las semanas anteriores. En la última semana de 2022 la mira estará puesta en los precios de las viviendas de EE.UU. y en los tres PMI de China.

Se recuperó el PBI. El tercer y último adelanto del PBI del 3Q22 volvió a corregirse al alza al marcar un crecimiento de 3,2% trimestral anualizado, superando a la primera y segunda estimación que habían marcado un alza de 2,6% y 2,9%, respectivamente. Esto demuestra que, a pesar de la suba de tasas de interés que aplicó la Fed desde principios de año, el nivel de actividad continúa sólido, especialmente luego de la contracción de 0,6% t/t marcada en el 2Q22. El principal impulsor del dato volvió a ser el consumo privado que creció al 2,3% t/t vs 1,7% t/t del adelanto previo y 2% t/t en el 2Q22. 

Mejora la confianza. El índice de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan resultó en 59,7 puntos vs 59,1 esperado, el mejor valor de los últimos dos meses. Sin embargo, la principal sorpresa fue la mejora en las expectativas de inflación tanto de corto como de largo plazo: para los próximos doce meses resultaron en 4,4% vs 4,6% el mes previo, mientras que para los próximos 5 años se redujeron hasta 2,9% vs 3% en noviembre. 

Bajó la inflación pero se estancó el consumo. El PCE de noviembre –índice de precios implícito en el consumo, el de mayor relevancia para la FED– confirmó la fuerte desaceleración que había adelantado el IPC a principios de mes: tuvo un alza de apenas 0,1% m/m, acumulando en los últimos doce meses una suba de 5,6%. Por su parte, el PCE Core igualó las expectativas en 0,2% m/m, llevando a un 4,7% el dato interanual, el menor de los últimos cuatro meses. La caída se dio principalmente por los bienes (-0,4% m/m y +5,6% i.a.) mientras que los servicios igualaron la suba del mes previo (-0,4% m/m y +5,6% i.a.). La resistencia a la baja de estos últimos se mantiene como una señal de preocupación. Por su parte, el resultado del gasto personal marcó el peor dato de los últimos cuatro meses al no registrar cambios respecto a octubre, muy por debajo del crecimiento de 0,4% m/m de los tres meses previos. Esto se debe a la caída en bienes de 0,5% m/m mientras que el consumo de servicios subió 0,3%. En términos nominales, los ingresos sorprendieron al alza al registrar un 0,4% m/m mientras que el gasto nominal lo hizo en 0,1% m/m permitiendo un leve repunte en la tasa de ahorro que quedó en 2,4% de los ingresos.

Subió el petróleo. El viceprimer ministro ruso anunció que Rusia podría recortar su producción de petróleo durante 2023 como respuesta al tope de precio establecido por el G7. Según la medida, el recorte representaría hasta 700.000 bpd menos en el mercado, es decir entre un 5% y un 7% menos de producción rusa. Esto terminó por favorecer al precio del crudo que cerró la semana un 7,1% al alza, cerca de alcanzar nuevamente los USD 80. Por su parte, los commodities agrarios promediaron un alza más moderada de 1,1% mientras que el oro avanzó un 0,5% favorecido principalmente por el retroceso del dólar (-0,4%).

Mala semana para la renta fija. Los buenos datos que en general está mostrando el nivel de actividad –de hecho el nowcast de la Fed para el 4Q22 espera un alza del PBI de 3,7%– le da mayor margen a la Fed para continuar con el ajuste monetario. Esto sigue siendo una mala noticia para el mercado de renta fija dado que las tasas de interés de los bonos americanos volvieron a repuntar. Concretamente, en la última semana todos los tramos de los rendimientos de bonos del Tesoro cerraron al alza: la USD10YR cerró en 3,74% –el valor más alto del mes–, mientras que la USD2YR lo hizo en 4,32%, llevando al spread a los 58 pb. En este contexto, el índice de bonos del Tesoro cayó 1,3% en la última semana, acumulando en el mes una baja de 0,3% y de 14% en lo que va del año. Los bonos corporativos también se vieron afectados: los de mayor calidad retrocediendo un 1,8% en la última semana -(0,6% en lo que va del mes y -19% en lo que va del año) y los más riesgosos tuvieron una baja más moderada de 0,4% (-1,7% en lo que va del mes y -14% en lo que va del año). Por su parte, los bonos emergentes retrocedieron un 0,8% (-1,4% en lo que va del mes y -21% en lo que va del año).

Mejoran los sectores defensivos. Ante la mayor aversión al riesgo que caracterizó a la última semana, el Dow Jones marcó la única suba entre los principales índices (0,6%) mientras que el S&P (-0,4%) y el Nasdaq cerraron a la baja (-2,8%). De esta manera, los sectores defensivos lograron destacarse al promediar subas de 0,3% mientras que los growth retrocedieron en promedio un 2,6%, con el de consumo discrecional como el mayor detractor (-3,9%). El sector energético fue el gran ganador de la semana, avanzando un 2,6%, favorecido por la fuerte suba que marcó el petróleo. Sin embargo, cabe destacar que en lo que va del mes solo el sector de utilidades se ubica en terreno positivo al avanzar un 0,1%.

El Banco Central Europeo no cede.  El Índice de precios al productor de Alemania, uno de los países de la eurozona más afectados por la inflación, sorprendió al marcar en noviembre una contracción de 3,9% m/m. Sin embargo, distintos miembros del BCE indicaron esta semana que las subas de tasas continuarán ya que serán necesarios varios datos de inflación a la baja para analizar un cambio de tendencia en la política monetaria. Ante este contexto, la Eurozona cerró con una baja semanal de 0,1%, afectada principalmente por la caída de Francia (-0,4%) mientras que países como Alemania (0,1%) lograron cerrar en terreno positivo.  

Más contagios en China. A pesar de que este país comenzó a flexibilizar su política Cero COVID, el aumento en los contagios de las últimas semanas vuelve a preocupar respecto a si el gobierno continuará disminuyendo las restricciones. Según la comisión nacional de salud de China, en la semana se dieron cerca de 37 millones de nuevos contagios. Sin embargo, la veracidad de este dato está en duda ya que el gobierno anuló las cabinas de testeos durante el último mes. Más allá de este debate, el mercado chino cerró la semana un 1,1% a la baja ante la perspectiva de que se produzcan nuevos picos de contagios en enero.  

Recuperó Brasil. Tras la muy mala performance que había mostrado en el último mes, en la última semana el índice EWZ subió un 10,3%, favorecido principalmente por el alza de 17% que registró Petrobras (PBR). La compañía energética no sólo se vio favorecida por el impulso en los commodities sino también porque dio a conocer la nueva convocatoria para aumentar sus servicios técnicos en pozos petroleros. Por el lado político, el paquete fiscal propuesto por Lula Da Silva para 2023 fue aprobado solo por un año al mismo tiempo que su monto no alcanzó el valor del 2019, aliviando a un mercado preocupado por el gasto fiscal que podría informar el nuevo gobierno. Respecto a los datos económicos, la inflación de mitad de diciembre se ubicó en 0,52% marcando así un 5,9% i.a., el menor registro desde marzo de 2021. De esta manera, Brasil se perfila como uno de los mayores ganadores contra la inflación al marcar su séptimo mes consecutivo a la baja.  

Reacciona el BoJ. La entidad japonesa, una de las más conservadoras a nivel global, anunció un ajuste en los objetivos de rendimiento para los bonos del Tesoro a 10 años. La medida implicaría extender las bandas target hasta 50 pb vs los 25pb previos. El BoJ viene rechazando modificar su política monetaria destacándose como uno de los bancos centrales que no ajustó sus tasas de interés en lo que va del año. A pesar de que su objetivo final se mantiene en 0%, la medida fue vista como una necesidad de ajuste para una moneda que subió casi 15% frente al dólar en 2022. El anuncio fue señal de que la entidad pronostica una caída en la demanda de sus activos y ocurre luego de los anuncios agresivos de entidades como la Fed y el BCE. A pesar de que esto favoreció al yen, el cambio sorprendió a los inversores que no esperaban modificaciones hasta marzo, momento en que finaliza el mandato de diez años del actual gobernador japonés. Esta medida impactó negativamente en los bonos del Tesoro japonés a 10 años que llegaron hasta 0,46% –vs 0,25% que registraron al cierre anterior–, el mayor retorno desde 2015. Esto demuestra la presión que mantienen los rendimientos de los bonos japoneses, que ya operan cerca de la nueva banda superior. Como consecuencia, el yen se apreció un 2,9% frente al dólar norteamericano.

Local

Mejoras transitorias y deterioro permanente. El gobierno cumplió con su objetivo de llegar a fin de año sin desborde cambiario ni aceleración inflacionaria. La devaluación selectiva y temporal para el complejo sojero sumado a las mayores restricciones a las importaciones le dieron aire al Banco Central para recomponer sus reservas internacionales. Si bien destacamos el ajuste del gasto primario, este no se explica por reformas de fondo sino por la ventaja temporal que le da la inflación ya que impacta más rápido en la recaudación que en el gasto. Con estas medidas mejoró la foto de fin de año pero la película de cara a 2023 sigue siendo compleja: sequía, pérdida de competitividad, una inexorable presión para acelerar el gasto y un perfil de vencimientos de deuda en pesos por demás desafiante serán los factores a seguir. En medio de este panorama, en la última semana se agregó el riesgo institucional que generó el conflicto entre el Poder Ejecutivo y la Corte Suprema de Justicia. Esto le puso un freno a la recuperación que venían mostrando los bonos soberanos en moneda extranjera, situación que presionará sobre la brecha cambiaria. Las miradas en la última semana del año estarán en la evolución de este conflicto.

Conflicto entre el Gobierno y la Corte Suprema. El miércoles 21, la Corte Suprema de Justicia dictó una medida cautelar a favor del reclamo de la Ciudad de Buenos Aires por la coparticipación y dispuso que Nación transfiera el 2,95% de coparticipación por el traspaso de la policía. El porcentaje es menor al 3,5% que reclamaba el gobierno porteño, pero el doble de lo que pretendía el Gobierno Nacional. El conflicto escaló cuando el Presidente Fernández anunció –con el apoyo de 18 gobernadores– que no cumplirá con el fallo dado que es “inédito, incongruente y de imposible cumplimiento” y recusó a los jueces. En respuesta a esto, desde la oposición se presentaron dos denuncias contra el Presidente, a quien Horacio Rodriguez Larreta acusó de “quebrar el orden constitucional” y de “atentar contra el estado de derecho”. El Gobierno porteño ya adelantó que, si Nación cumple con el fallo, la tasa de IIBB sobre leliqs y pases bajará de 8,0% a 2,85%. 

Se confirma la caída en la actividad. Revalidando la tendencia que marcaban los indicadores adelantados, en octubre el nivel de actividad marcó una segunda caída mensual consecutiva de 0,3% m/m, acumulando en los últimos doce meses un alza de 4,5%. Los sectores con mayor incidencia en el crecimiento fueron el Comercio (+5,3% a/a), la Industria Manufacturera (+3,8% a/a) y Transporte y Comunicaciones (+6,1% a/a). En tanto que los sectores que más afectaron la caída en la actividad fueron la Pesca (-29,6% a/a) y la Intermediación Financiera (-1,8% a/a).

Ajusta el gasto. En noviembre, el Sector Público Nacional marcó un déficit primario de $228.000 M, 30% más alto que el dato de un año atrás. Este resultado se debe a que los ingresos y el gasto primario variaron a la par, registrando caídas reales del 7% y el 8%, respectivamente. Así, en el acumulado del año, el déficit primario –sin considerar las rentas de propiedad proveniente de las emisiones primarias de títulos públicos– acumula $1.450 M (2,0% del PBI), dejando al gobierno un margen de $550.000 M de déficit en diciembre para cumplir con la meta del FMI de 2,5% de PBI. El pago de intereses fue de $303.000 M (+182% i.a.), llevando el déficit global a $531.000 M, $250.000 M más que en noviembre del año pasado. El recorte del gasto se dio en todos los grandes rubros con la excepción de los gastos de capital, destacándose la caída real en jubilaciones (-9%), asignaciones familiares (-25%), subsidios económicos (-30%) y transferencias discrecionales a provincias (-27%). Una mirada más amplia, muestra que las cuentas públicas, excluyendo ingresos extraordinarios en 2021 y 2022, se siguen deteriorando: entre enero y noviembre de este año, el déficit primario acumulado llegó a 2,1% del PBI y el global a 3,6% del PBI, contra 1,4% y 2,9% del PBI en el mismo período del año pasado. 

La ayuda del sector público en la licitación del 14 de diciembre. Los bancos públicos desarmaron su stock de pases en $316.000 M el viernes 16, día en que se liquidaba la licitación, sustituyendo exposición al BCRA por instrumentos del Tesoro. Dado que la totalidad de los vencimientos se encontraba en manos privadas, esto implica que al menos el 75% del financiamiento neto recibido en la última licitación del Tesoro provino de manos públicas. Si a esto le sumamos las intervenciones del BCRA en el mercado de bonos soberanos durante los días previos a la licitación, concluimos que el financiamiento neto explicado por entidades públicas podría elevarse hasta el 90%.

Fuerte deterioro de la cuenta corriente. En el 3Q22, la cuenta corriente arrojó un déficit de USD 3.031 M, marcando un fuerte deterioro respecto al mismo trimestre del año pasado, cuando había registrado un superávit de USD 3.443 M. Lo más determinante fue el saldo en la balanza de bienes que marcó un superávit de apenas USD 1.145 M contra USD 5.168 M que había marcado en el 3Q21, ya que las exportaciones cayeron 0,2% i.a. mientras que las importaciones subieron 33% i.a. Los servicios tuvieron un saldo deficitario de USD 1.918 M explicado por el déficit de USD 1.316 M registrado en transporte y de USD 477 M en viajes. A esto se sumó el déficit de casi USD 500 M en la cuenta financiera debido a los pagos netos de deuda del sector público, lo que derivó en una caída de USD 3.500 M en las reservas internacionales.

Se recupera el saldo comercial. El marcado deterioro que tuvieron las cuentas externas en los primeros nueve meses del año obligó al gobierno a aumentar el control a las importaciones de bienes además de realizar una devaluación selectiva y temporal para el sector sojero. Las importaciones tuvieron la peor performance desde octubre de 2020 al marcar una caída de 0,3% i.a. debido al retroceso de 1,1% en los precios, compensada por un incremento de 0,8% en las cantidades. Así, el saldo comercial del mes marcó un superávit de USD 1.339 M, tres veces superior al mismo mes del año pasado. El pobre desempeño de las importaciones se concentró en bienes intermedios y en combustibles, que marcaron una contracción de 11% i.a. y 9% i.a., respectivamente. En ambos casos, el bajo volumen se explica principalmente por las mayores restricciones que operan sobre las cuentas externas. Por su parte, las exportaciones de bienes llegaron a USD 7.089 M, lo que implicó un alza de 14.5% i.a. gracias al incremento de 10,5% i.a. en los precios y de 3,6% i.a. en las cantidades, que en gran medida se debe a los mayores envíos del complejo sojero luego que adelantara la liquidación en septiembre gracias al programa dólar soja I. Con esta performance, el saldo comercial revirtió el deterioro que venía marcando y tuvo una importante mejora al marcar en noviembre un superávit de USD 1.339 M que se suma al de octubre que había llegado a casi USD 1.900 M.

Suben las reservas. Gracias a la mayor liquidación de divisas del agro y del ingreso de deuda con el FMI, las reservas internacionales tuvieron un importante repunte en la última semana. Concretamente, la liquidación del agro sumó USD 845 M de los cuales USD 567 M correspondieron al complejo sojero –acumula USD 2.380 M desde que implementó el dólar soja II el 28 de noviembre pasado– lo que le permitió al BCRA terminar la semana con un saldo comprador por USD 177 M y de USD 893 M en lo que va del mes. A esto se sumó el ingreso de USD 6.000 M recibidos del FMI (USD 2.700 M se destinaron a afrontar vencimientos de deuda con el propio organismo). Así, las reservas internacionales brutas subieron USD 3.672 M y cerraron en USD 43.460 M.

Moderando la devaluación. El dólar oficial cerró la semana en $174.85, $2,12 más que la semana pasada. Con esto, el ritmo de devaluación de la semana se redujo a 5,5% mensual, desde 5,9% de la semana anterior y 7,2% de la primera semana. Los dólares financieros operaron al alza: el MEP subió casi 2% hasta $325,7 en tanto que el CCL tuvo un alza marginal de 0,1% y cerró en $331. Así, la brecha con el tipo de cambio oficial quedó en 86% y del 89,5%, respectivamente. 

Con el FMI a favor. El FMI aprobó la tercera revisión del acuerdo de Facilidades Extendidas activando automáticamente un desembolso de USD 6.000 M. En líneas generales la revisión no presentó grandes cambios en relación con la anterior. El Fondo pidió continuidad en el endurecimiento fiscal y monetario, en particular en el estricto control de gastos y en que el BCRA mantenga las tasas reales actuales positivas. Asimismo, recomendó que el ritmo de devaluación se mantenga por encima de la inflación. No hubo modificaciones en ninguna de las tres principales metas para 2023: Déficit Primario de -1,9% del PIB, Financiamiento Monetario de 0,6% del PIB y acumulación de USD 4.800 M de reservas. El único incumplimiento se debió a la introducción de prácticas de tipos de cambio múltiples, para las cuales el organismo aprobó un waiver y solicitó (en tres ocasiones distintas dentro del comunicado de prensa) que sean removidas cuando las condiciones lo permitan. El FMI proyecta para 2023 un crecimiento real de 2%, un superávit de Cuenta Corriente de 0,4% del PIB, impulsado por una mejora en los términos de intercambio de 1,8%, una inflación de hasta 65% y que la deuda federal se reduzca en casi 10 puntos a 69,5% del PIB.

Se frena el rally de los bonos soberanos en moneda extranjera. En la última semana los bonos soberanos subieron 2,0% en promedio y 15% en el último mes y regresaron a los valores de junio. Sin embargo, el conflicto entre el Poder Ejecutivo y la Suprema Corte de Justicia impactó en toda la curva al marcar una baja promedio del 4%, siendo los de ley local los más golpeados. El riesgo país subió 5% en las últimas dos ruedas y cerró la semana en 2.183 pb.

Semana sin grandes sobresaltos para los bonos en pesos. Los bonos CER subieron de la mano de los bonos más largos (TX28 y TX26 subieron 9% y 8%, respectivamente). La buena noticia vino de los rendimientos del TX24 y del T2X4 que cerraron la semana por debajo de los niveles de intervención. Las Lecer subieron un 2,9% y rinden entre CER +3,7% y +5,3%. En la curva de tasa fija, los Botes subieron un 3,6% y acumulan una ganancia de 22% MTD. Las Ledes subieron 1,7% y tanto la S31M3 como la S28A3 rinden TEA por debajo del 107% que ofrece la Leliq (lo cual será un incentivo muy grande para entrar a las licitaciones del Tesoro donde es posible conseguirlas a TEA 117%). Los bonos duales subieron 2,2% y el TDF24 rinde CER +11,9% por encima del TX24. Finalmente, los bonos DLK volvieron a tener el peor retorno por segunda semana consecutiva con un alza de tan solo 1,1%.

Sube el Merval. El Merval se destacó en LATAM con un alza semanal del 13,7% no solo en moneda local sino también marcando su mejor semana en moneda extranjera –debido a un CCL (GD30) estable–. El impulso principal vino de las energéticas y los bancos. Los drivers de la suba del sector petrolero se centran no solo en la subida del petróleo por sobre el resto de los commodities, sino también por la adjudicación de las Rondas 4 y 5 del llenado del gasoducto Néstor Kirchner, en el cual fueron adjudicadas doce empresas, entre las que se encuentran YPF y Pampa. De esta manera, YPF se destacó en un 22% semanal, TGSU en 20,5% y Pampa en un 16,4%. Por el lado de los bancos, la explicación estaría en la expectativa de baja de impuestos que generó la propuesta de Larreta –lo cual mejoraría el rendimiento de las LELIQs de un 69% a un 72% aproximadamente– y la recurrente baja valuación que tiene este sector en el Merval. Así, el Supervielle aumentó un 25% en esta semana, el BBVA un 23,6% y GGAL un 19%, aunque siguen estando lejos de los mejores rendimientos anuales del panel líder. Mirgor fue otra de las destacadas: en la semana subió 3,7% y en el mes acumula un alza de 33%, impulsada por el anuncio de mayor inversión en tecnología para producir notebooks, auriculares y demás artículos.

Buena semana para los CEDEARs argentinos. Más allá del desempeño de los mercados internacionales, las empresas argentinas que cotizan como CEDEARs lograron tener una buena semana. Vista se destacó con un 22%, siendo una de las empresas adjudicadas en la ronda del gasoducto Néstor Kirchner. Por otro lado, Adecoagro subió en 14,3%, seguida por Tenaris en 8% y Ternium en 7,4%. De la mano de las tecnológicas, Globant fue la única en caer, perdiendo un 2,1% de su valor.

Lo que viene
Internacional

La última semana del año se espera más tranquila especialmente por el feriado de EE.UU. el día lunes y del mercado brasilero para el viernes. Respecto a los datos, se dará a conocer el informe de vivienda de noviembre y la mira estará puesta en el índice de precios de viviendas Case-Shiller que pronostica una contracción de 1,2% m/m en octubre, igualando al dato previo. Esto marcaría la sexta caída consecutiva de los precios de las viviendas que alcanzaron su máximo durante junio. A nivel global se publicarán los PMI de China que se espera que muestren una leve mejoría aunque aún promediando los 49 puntos, lo que implicaría una desaceleración en el nivel de actividad del mes.

Local

En la última semana del año todas las miradas estarán puestas en la evolución del conflicto entre el gobierno nacional y el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y la Suprema Corte de Justicia. Creemos que este conflicto podría agudizarse, trayendo malas noticias a los activos locales. En el plano económico, la habitual mayor emisión monetaria para esta altura del mes y la incertidumbre política seguirán presionando sobre la brecha cambiaria. En cuanto a los datos económicos, mientras se espera el cierre semanal de las estimaciones de inflación de consultoras privadas –esperamos un alza del IPC en torno al 6% para diciembre– el viernes se publicará la evolución del mercado cambiario de noviembre.