- La situación sanitaria actual es el principal determinante de la gestión fiscal del año. Dadas las necesidades financieras que emergen del contexto, se deberá plantear un esquema fiscal distinto al sugerido desde la política de estabilización.  

- La recaudación tributaria nacional de mayo reiteró un crecimiento en términos reales respecto al mismo mes de 202, mientras que la variación mensual también fue positiva luego del ajuste por inflación.

Resumen 

- La reversión hacia una fase de mayor riesgo sanitario modifica la estrategia fiscal de estabilización y sustentabilidad de las cuentas fiscales, dando lugar a un nuevo exceso monetario.  

- En ese objetivo de estabilizar las cuentas fiscales, se plantea el ajuste de tarifas públicas. La discusión sobre la intensidad del ajuste tiene derivaciones lógicas sobre la profundización del déficit.

- Se evidencia una recuperación real de los ingresos del sector público nacional que contribuye a una menor demanda de financiamiento monetario, lo que es favorable para sustentar la posición fiscal.

- Es determinante una mejor gestión de la vacunación a los efectos de que la economía no enfrente nuevas disrupciones en un contexto de vulnerabilidad económica, ya que esto puede acrecentar el conflicto social.  

- La recaudación impositiva de abril de 2021 totalizó $817.882 millones aumentando 105,2% respecto de abril de 2020, mes de mayores restricciones. El aumento nominal interanual de la recaudación se sostiene por encima del aumento de precios. 

- La recuperación temporal del poder adquisitivo de la recaudación tributaria es del orden de 3% intermensual, aunque se compara con la profundización de las restricciones de 2020. Ciertamente, el aumento real de los recursos tributarios es un factor favorable en el desempeño futuro de las cuentas fiscales.  

- El mejor desempeño de la recaudación se relaciona con los tributos de comercio exterior, cuyo crecimiento fue de 183% derivado de un mejor esquema de precios internacionales.

- Las negociaciones con el FMI, en relación al pago de la deuda actualizada por U$S 46.000 millones, siguen sin avances y condicionan la gestión de la deuda con el Club de París.

- Una fase de mayor riesgo sanitario cambia la estrategia fiscal de estabilización y sustentabilidad de las cuentas fiscales, dando lugar a un nuevo exceso monetario, teniendo en cuenta que, por ahora, el financiamiento en el mercado de deuda fue cubierto en un 15% ($148.000  millones), del 40% proyectado en el Presupuesto.

- Una profundización de la emergencia social derivada de posibles mayores restricciones, y en un contexto de recesión y aumento de la pobreza, expone sustancialmente a la posición fiscal nacional a una mayor fragilidad. Mayores necesidades de financiamiento derivarán en una mayor expansión monetaria y presión inflacionaria, condicionando nuevamente a la política económica.

- En efecto, es posible que se replique el programa de exceso de gasto público, aunque deberá tender a un nivel restrictivo para evitar no solo mayor fragilidad financiera mencionada, sino también para eludir un estado de mayor estanflación.  

- La descoordinación generada en torno al aumento de las tarifas de servicios públicos expone la necesidad de la economía política de evitar una mayor contracción de la actividad económica, además de presionar sobre el nivel general de precios. Esto quiere decir que una mayor actualización de tarifas implicaría afectar costos de producción y precios de la economía.

- Sin embargo, esa perspectiva establece factores de deterioro fiscal. Concretamente, un menor ajuste tarifario luego de un año de inflación y de depreciación del tipo de cambio, generará un mayor nivel de subsidios públicos. Este impacto se materializa en necesidades futuras de financiamiento monetario y de deuda del resultado fiscal primario.

- Nuevamente notamos que es determinante que se dinamice el programa de vacunación a los efectos de que la economía tenga un mejor espacio de reactivación. Contrariamente, la vulnerabilidad económica y social demandará un nuevo plan fiscal de contingencia.  

- El capítulo de negociación de deuda con el FMI vincula también a las gestiones de la deuda con el denominado Club de París: la negociación por el vencimiento de U$S 2.400 millones de este mes está determinada por los avances con el FMI.  

- La recaudación impositiva totalizó $817.882 millones durante el mes de abril, lo cual representa un aumento nominal de 105,2% de forma interanual. Se destaca que el mes de comparación (abril de 2020) fue el de mayores restricciones a la actividad derivadas de la implementación del ASPO y, por lo tanto, menor recaudación. Si se ajusta por la inflación de ese mismo período, la recaudación acumula ocho meses consecutivos de variación real positiva y registra cierta aceleración desde diciembre de 2020.

- Ese desempeño estuvo influenciado por el crecimiento interanual de los tributos vinculados al comercio exterior. Por un lado, los derechos de exportación mostraron un aumento de 183,2%, y por otro, los vinculados con la importación y tasa estadística crecieron 123%. Asimismo, el denominado impuesto P.A.I.S registró una expansión en términos nominales del 8,7% interanual, donde principalmente se observó una disminución del volumen de compras de moneda extranjera por viajes al exterior y atesoramiento.

- Se registró un aumento del poder adquisitivo de los ingresos del sector público nacional en 3% respecto de marzo, algo que constituye un factor favorable y de sustento sobre la posición de las cuentas públicas reales. El crecimiento de los ingresos tributarios por encima de la inflación establece cierto espacio para la gestión fiscal ante el nuevo panorama sanitario, aunque esto deberá ser acompañado de una mayor eficiencia fiscal para evitar desalineamientos y profundización de las disrupciones económicas.