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¿Qué pasó?

La última semana estuvo marcada por el dato de inflación en EE.UU. Concretamente, el IPC de mayo marcó un alza de 0,6% (4,9% por encima de mayo del 2020), en tanto que el IPC Core subió 0,7%, llevando la variación interanual a 3,8%, la más alta desde 1991. Pese a que este resultado volvió a estar por encima de las expectativas, el mercado tuvo una lectura positiva sobre el mismo dado que un tercio de la misma se explicó por la importante suba que tuvieron los precios de los autos usados (7,3%) y tarifas aéreas (7,0%) lo cual se supone que son efectos transitorios de un contexto de re-opening de la economía americana que están generando cuellos de botella en algunos sectores.

Así ganó espacio la visión de la FED en cuanto a que las subas son transitorias y que no hay que adelantarse a retirar los estímulos monetarios dado que aún quedan más de 7,5 millones por recuperar. En este contexto, cedieron las tasas de los bonos y las expectativas de inflación. La UST10Y acentuó la tendencia compradora que venía mostrando la sesiones previas y cayó hasta 1,43%, el nivel más bajo desde marzo en tanto que la inflación implícita en los bonos del tesoro a 5 años bajó a 2,47% (desde 2,72% de un mes atrás) y la de los bonos a 10 años cerró en 2,35% (vs. 2,54% de un mes atrás).

Del otro lado del atlántico, el BCE reafirmó su compromiso de una política monetaria expansiva y corrigió al alza sus perspectivas de inflación (1,9% para 2021 y 1,5% para el 2022) y crecimiento del nivel de actividad (4,6% y 4,7% para 2021 y 2022 respectivamente). Con este marco, los mercados volvieron a tener una semana positiva: el S&P 500 subió 0,4% (alcanzó un nuevo récord) y el Nasdaq 1,7%. Entre los sectores que componen el S&P 500 se destacaron el repunte de las compañías tecnológicas y de salud que en la última semana subieron 1,4% y 2,0% respectivamente mientras que las compañías cíclicas tuvieron una semana de ajuste. 

Distinta fue la performance de las bolsas del resto del mundo, que tuvieron bajas generalizadas: se destacó Latam con una caída de 2,2%, explicada por el ajuste de 3,3% en Brasil y de 11% en Perú. En cuanto a las monedas, el dólar se apreció frente a la mayoría de las monedas: 0,5% frente a las principales monedas y 1,4% frente al real brasileño. En el mercado de commodities volvió a destacarse el petróleo, que subió 2,0% con el WTI, cerrando por encima de USD70 -el nivel más alto desde 2018-, mientras que el resto de las materias primas operaron a la baja, especialmente la soja, que cayó 4,7%.

Lo que viene

Pasado el dato de inflación en EE.UU, esta semana las miradas se centrarán en la reunión de la FED del miércoles, en la que resultará clave conocer su visión sobre la política monetaria actual, no sólo en lo que respecta a las tasas de interés, sino también en cuanto a la reducción progresiva de los activos (tapering). Además, actualizarán sus proyecciones macroeconómicas y sus previsiones internas sobre las tasas de interés  -Dots maps-. El mercado descuenta que se reafirmará el actual ritmo de expansión monetaria.

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¿Qué pasó?

Si bien las materias primas agropecuarias siguen en niveles muy elevados, siendo las grandes protagonistas de la estabilidad del mercado cambiario, la caída que tuvieron en la semana (la soja ajustó casi 5%) marca una tendencia: se va terminando la temporada alta de liquidación del agro, y el BCRA moderó notablemente el ritmo de compra de divisas. Concretamente, en la última semana la liquidación del agro rozó los USD 800, promediando en lo que va de junio ventas diarias por USD 145 M por día (vs USD 186 M por día en mayo).

Pese al buen ritmo de la oferta del agro, el BCRA apenas compró USD 248 M en la semana, promediando en el mes compras netas USD38 M por día, muy por debajo de los USD 110 M por día de compras de mayo. Como resultado de estas operaciones, las reservas netas cerraron la semana en casi USD 7.100 M en tanto que las reservas brutas sumaron USD 500 M hasta USD 42.701 M dado que a las intervenciones en el mercado de cambios se sumó la mayor integración en moneda extranjera.

El BCRA mantiene el ritmo de devaluación del tipo de cambio oficial, en torno al 16% anualizado, y los dólares financieros tuvieron una semana de relativa calma: el MEP cayó 1,7% a $158 (brecha del 66% con el oficial), mientras que el CCL subió 0,2%, terminando en $166,5 (brecha del 75% con el oficial). Sin cambios en los fundamentals, el mercado se guía por los flujos: los bonos soberanos tuvieron la mejor semana del año, marcando un alza de 5,5% (6,4% en lo que va del mes), en tanto que el Merval se tomó un respiro del rally que venía mostrando y marcó una caída de 0,3% (+11% en lo que va de junio).

Como consecuencia del cambio normativo, que le da más espacio a los bancos para demandar títulos públicos, en la primera licitación de junio el tesoro logró captar $160.00 M, de los cuales $128.00 M correspondieron a bonos ajustables por CER. Es un buen inicio, considerando que en junio vencen $245.000 M y quedan dos licitaciones más. Sin embargo, el impacto monetario dependerá del efecto sustitución que hagan los bancos de leliq y pases por estos instrumentos. 

Lo que viene

El miércoles 16 de junio, el INDEC publicará el dato de inflación minorista de mayo. Nuestra expectativa es que marque un alza del 3,8% -50% más que un año atrás- lo que marcaría una muy leve moderación respecto al 4,1% que marcó en abril. También se conocerá la inflación mayorista y el costo de la construcción.