Internacional
¿Qué pasó?

La economía global continúa mejorando, aunque con más señales de moderación de China, en un contexto en el que la FED está expectante (a la espera de más datos para endurecer su política monetaria). Cerrado el segundo trimestre del año, los primeros indicadores marcan que la actividad económica global continuó mejorando de la mano de EE.UU y Europa, donde el avance en la campaña de vacunación y la fuerte caída de los contagios permitió normalizar progresivamente la actividad, especialmente en servicios que se acoplaron al buen dinamismo de la actividad manufacturera, lo que permite avalar las previsiones de crecimiento de PBI que establece el consenso de mercado.

En cuanto a EE.UU, en la semana se destacó el nuevo repunte de la confianza del consumidor (llegó al nivel más alto desde marzo del año pasado) y el muy buen dato de empleo de junio, que superó las expectativas al registrar 850 mil nuevos puestos de trabajo no agrícolas, 267 mil más que el mes previo: esta cifra fue impulsada por la recuperación en el empleo de servicios, especialmente de hoteles y restaurantes, efecto asociado al re-opening. Con este resultado, el mercado laboral americano se recupera gradualmente: de crear 213 mil nuevos puestos de trabajo por mes durante el último trimestre del 2020, en los primeros tres meses de 2021 se aceleró a 518 mil mensual, y en el último trimestre lo hizo a razón de 567 mil nuevos puestos. De mantenerse este ritmo, recién en los próximos doce meses se habrán recuperado los 6.7 millones de puestos de trabajo perdidos durante la pandemia.

La mala noticia fue que el empleo agrícola cayó 868 mil puestos de trabajo, por lo que la tasa de desocupación subió del 5,8% al 5,9%. En el caso de China, los PMI quedaron por debajo de las expectativas, dado que PMI de servicios de junio tocó el nivel más bajo de los últimos 14 meses y quedó en 50,3, 5 pp debajo al de mayo. Todo esto, sumado al menor dinamismo del crédito, pone una luz amarilla sobre las perspectivas de crecimiento de la economía China, dado que podrían corregirse a la baja. No es una buena noticia para los precios de las materias primas ni para los países emergentes. Mientras tanto, a la espera de las minutas sobre la última reunión de la FED, en la que se planteaba un tono más duro al adelantar el inicio de la suba de tasas para 2023, la tasa de los bonos americanos continuaron en baja, con la USDT10 Y cerrando la semana en 1,43%, la más baja desde febrero.

Con este marco de fondo, la volatilidad en el mercado siguió cayendo y el mercado americano continuó operando al alza, alcanzando nuevos récords. De hecho, durante junio las tecnológicas fueron las grandes ganadoras, con el Nasdaq subiendo 6,1%, en tanto que el S&P  lo hizo 1,9%. Con este resultado, con la caída de la UST10Y desde marzo pasado, en el segundo trimestre las tecnológicas recuperaron el terreno perdido en los primeros meses del año, al marcar un rendimiento del 11,1% y acumulando en el primer semestre un alza de 13% (levemente por debajo del 14,5% que marcó el S&P 500).

Con un mejor desempeño de la economía americana y las perspectivas de que la FED vaya confirmando un tono más duro, el dólar se fortalece a nivel global y le pone cierto freno al rally de los commodities. Respecto a esto último, la dinámica no es homogénea dado que, por un lado, los precios de las materias primas agrícolas y algunos metales como cobre, oro y plata operan a la baja desde mayo, mientras que el petróleo -junto a otros metales como el aluminio, hierro y el acero- continúa en alza.

Lo que viene

Lo más importante de la semana se conocerá el miércoles cuando se publiquen las minutas de la FED: allí se darán los fundamentos del comunicado de la reunión del 16 de junio, en la que la entidad dio un mensaje más duro en cuanto al futuro de la política monetaria. Esto tendrá impacto en la dinámica de las tasas de los bonos del tesoro americano, que vienen cayendo desde marzo.

Local
¿Qué pasó?

El contexto global continúa siendo favorable para Argentina, aunque ya no tanto como en los meses previos. En la última semana, la mejor noticia para el país pasó por el repunte de USD 25 en el precio de la soja, luego de que el USDA empeore las perspectivas de la cosecha en EE.UU. Con esto, en el último mes la soja cayó 10%, aunque se mantiene en niveles históricamente altos y muy por encima de los precios de un año atrás.

En este contexto, la liquidación de divisas del agro se mantiene muy elevada: en la última semana ingresaron USD 1.030 M, lo que permitió abastecer la demanda neta de los demás sectores, al tiempo que el BCRA compró USD 381 M. Parte de estas compras se perdieron en la intervención en el mercado de bonos, pero alcanzaron para sumar USD 235 M a las reservas internacionales, que cerraron la semana en USD 42.654 M. Con esta dinámica del mercado de cambios, el BCRA sigue su política de mini devaluación del tipo de cambio oficial, que arrancó julio con un alza en torno al 11% anualizado.

Pese a la calma que muestran indicadores, la salud del mercado de cambios empieza a mostrar luces amarillas, con el riesgo país subiendo nuevamente a casi 1.600 pb y una presión manifiesta de la brecha cambiaria. Concretamente, pese a las cada vez más frecuentes intervenciones oficiales en el mercado de bonos, la brecha entre el MEP y el dólar oficial llegó al 75%, la más alta desde noviembre pasado. Mientras tanto, la actividad no da señales de recuperación sostenida: el EMAE de abril cayó 1,2% m/m/, acumulando la tercera caída consecutiva. De acuerdo a los indicadores adelantados, mayo también habría sido contractivo, aunque se espera una leve mejora para junio.

Lo que viene

En la semana comenzarán a llegar las primeras estimaciones de la inflación de junio. Nuestras estimaciones apuntan a un alza del IPC del 3,1%, en línea con el REM. El viernes se publicará el REM, que podrá tener cambios en cuanto a las perspectivas de inflación, tipo de cambio y crecimiento.