Internacional
¿Qué pasó?

En la última semana los datos económicos publicados marcaron que la inflación en EE.UU sigue en ascenso y que el nivel de actividad en China perdió impulso. Concretamente, en junio el IPC de EE.UU subió 0,9%, la suba más alta en 13 años, acumulando en los últimos 12 meses un alza de 5,4%. El mismo resultado tuvo el IPC core, que quedó 4,5% por encima de junio del año pasado. De esta manera, en los primeros seis meses del año el IPC general subió 3,6% y 3,0% el IPC Core, lo que hace prácticamente imposible que se cumpla el 3,1% de inflación que espera la FED para este año.

Pese a que la inflación de junio duplicó las previsiones, tanto el presidente de la FED como el mercado confían en que la suba es transitoria, dado que la mitad del alza del IPC del último mes se explicó por el precio de los autos. Esto se relaciona directamente con cuellos de botella en algunos componentes que enfrenta la producción. De hecho, en la presentación semi anual ante el Congreso, Powell volvió a mostrar un tono más dovish: enfatizó que la economía tiene mucho camino por recuperar, y que si bien los precios vienen subiendo por encima de lo esperado, confía en que una vez normalizada la actividad y se disipen los problemas de producción en algunos sectores, la inflación volverá al sendero que espera la FED (en torno al 2% anual).

En cuanto a China, se conoció que en el 2Q 21 el PBI creció 1,3% t/t (el mercado esperaba 1,2%), y 7,9% respecto al mismo trimestre del año pasado. La mala noticia fue que el dato vino acompañado de una revisión a la baja en las estimaciones de los cuatros trimestres previos. Así las cosas, en la primera mitad del año la economía del gigante asiático subió 12,9% i.a. Con este marco de fondo y en plena temporada de presentación de balances, durante la última semana los mercados se mostraron relativamente estables, aunque con la volatilidad en alza. La UST10Y se mantuvo en torno al 1,30%, mientras que la UST2Y subió levemente hasta 0,22%, llevando la diferencia entre ambas tasas a 1,08%, el nivel más bajo desde mediados de febrero (reflejo de que el mercado sigue ajustando sus expectativas de crecimiento de largo plazo).

En el mercado del equity hubieron bajas generalizadas, con el S&P marcando una caída de 0,4%, mientras que el Nasdaq cayó 1,3% y perdió todo lo que había ganado en el mes. En cuanto a los emergentes, se destacó la bolsa de Brasil que, pese a que los datos económicos vinieron por debajo de las expectativas (menor crecimiento y mayor inflación), la bolsa se recuperó y subió 3,0%, mientras que el USDBRL se apreció 3,3%. El dólar se siguió apreciando a nivel mundial y los commodities cayeron levemente, a excepción de la soja, que tuvo una leve suba ante las perspectivas de menor cosecha en EE.UU.

Lo que viene

Continúa la temporada de balances en EE.UU: es el turno de IBM, Netflix, Intel Corp, Twitter, Snap, Johnson & Johnson, Coca-Cola Co, Philip Morris International, American Express, Verizon Communications, AT&T y Schlumberger. Sin datos macro relevantes, la atención estará centrada en los primeros avances de los PMIs en EE.UU de julio.

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¿Qué pasó?

Preparándose para un segundo semestre más tenso en materia cambiaria, en el que la oferta de divisas del agro cae y la demanda tiende a subir (ante la incertidumbre que genera el contexto electoral), el BCRA no quiso esperar a perder reservas y le dio una nueva rosca al control de cambios. Mantener la estabilidad cambiaria, aumentar reservas internacionales y contener la brecha cambiaria son los objetivos que se plantea el BCRA para llegar a las elecciones sin salto de tipo de cambio. No será fácil, considerando que mientras apuesta a estas medidas, el Tesoro ingresa en la temporada alta de necesidades financieras en pesos, no sólo por la pesada carga de vencimientos de deuda, sino porque el déficit fiscal tiende a subir notablemente por la combinación de menor recaudación -dado que ya no cuenta con ingresos extraordinarios- con aceleración del gasto público.

Con este marco de fondo, con un mercado cambiario cada vez más regulado y con el agro manteniendo un muy buen ritmo de liquidación (en la última semana aceleró la liquidación a USD 170 M), el BCRA compró USD 530 M en la semana, acumulando en la primera quincena de julio compras netas por más de USD 900 M, 70% más que lo que había adquirido en el mismo período del mes pasado. Con este resultado, el stock bruto de reservas internacionales cerró la semana en USD 42.932 M, y las reservas netas cerraron levemente por debajo de los USD 7.000 M.

Con un mercado cambiario oficial en el que predomina la oferta, el tipo de cambio oficial se mueve a razón de 3 centavos por día, lo que implica un ritmo de devaluación del 12% anualizado. Con las nuevas restricciones cambiarias comenzó la dispersión entre los diferentes tipos de cambio implícito en los activos: el dólar CCL cerró la semana con valores que van de $166,2 con el AL 30 (idéntico valor al de la semana previa) a $175 con el GD30 (+4,8% en la semana).

Mientras el BCRA apuesta a moderar cada vez más la devaluación del oficial y a contener la brecha (con poco éxito), la inflación se mantiene muy alta: cerró el primer semestre con la mayor suba de precios desde la primera mitad de 2016 (recordemos que en ese entonces la inflación saltó por la combinación de devaluación con ajustes tarifarios). Concretamente, El IPC de junio subió 3.2% m/m -novena suba consecutiva por encima del 3%-, acumulando en el primer semestre un alza de 25,3% y 50,2% ia.

Si bien el dato de inflación estuvo en línea con las expectativas, la resiliencia a la baja impactó favorablemente en los CER largos, que tuvieron una muy buena semana con subas de hasta 6%.

Lo que viene

Esta semana se publicará el EMAE correspondiente a mayo, a lo que se suman datos importantes sobre la salud de las finanzas públicas (el martes se publicará el resultado fiscal de junio). También se dará a conocer el índice de precios mayoristas, el índice de precios de la construcción y el comercio exterior correspondientes a junio.