Internacional
¿Qué pasó?

En un contexto en el que los casos de COVID-19 se aceleraron y los indicadores económicos publicados fueron mixtos, el mercado volvió a operar con tendencia negativa por segunda semana consecutiva. Concretamente, tras la caída que habían mostrado los contagios en EE.UU en la primera quincena del mes (bajaron de 163.700 casos diarios a 145.666), en la última semana los casos repuntaron a 148.816 diarios. La cantidad de fallecidos siguió subiendo y ya llegan a casi 2000 por día -el número más alto desde enero-, en tanto que las hospitalizaciones dan una señal de esperanza, al caer de 95.631 a 89.926 por día, el número más bajo del mes. El principal problema sigue siendo el estancamiento en el ritmo de vacunación: pese a la disponibilidad de dosis, sólo se vacunó con dos dosis al 55% de la población (180,5 millones de personas), levemente por encima de 51,5% de un mes atrás (170 millones de personas).

En cuanto a los datos económicos, tras el mal dato de julio (cayeron 1,8%), las ventas minoristas subieron 0,7% en agosto, sorprendiendo positivamente al mercado, que esperaba una baja de 0,8%. En el mercado laboral, el dato semanal de seguros por desempleo registró 332.000 solicitudes, 20.000 más que la semana previa, y por encima de los 321.500 pedidos que esperaba el consenso de analistas. La inflación de agosto volvió a dar signos de moderación, siendo la más baja de los últimos 6 meses: el IPC general marcó un alza de 0,3% m/m y 5,2% i.a., y el IPC core subió apenas 0,1%, y 4,0% i.a. La moderación de la inflación se debe en gran parte a la caída en dos sectores que se habían disparado en el segundo trimestre -vehículos usados -1,5 % y los servicios de transporte -2,3%. El dato refuerza la posición de la FED sobre la transitoriedad de la inflación.

Las tasas de interés se movieron con tendencia levemente alcista, con la UST10Y terminando la semana en 1,37%. Con este marco de fondo, el mercado de renta variable cerró a la baja por segunda semana consecutiva: el S&P 500 cayó 0,9% y acumula una baja de 2,6% desde el máximo registrado una semana atrás. Igual tendencia marcó el Nasdaq, que en sendos periodos cayó 0,7% y 2,0%, respectivamente. La mayoría de los sectores que componen el S&P 500 ajustaron: se destacaron Materials (-3,2% y -4,7%), Utilities (-3,0% y -4,4%), Industrials (-1,6% y -4,1%), Comunicación (-1,3% y 2,7%, explicado principalmente por la baja de Facebook de 3,7% y 3,1%) y Tecnológicas (-0,7% y 2,4%, dada la caída en Apple de 2,0% y 5,3%). Escaparon a esta tendencia las energéticas que, de la mano de la suba del WTI, repuntaron 3,2% en la semana, y 1,4% desde el 3 de septiembre. Lo propio sucedió con Consumo Discrecional que, de la mano de Tesla (repuntó 3,2%), subió 0,7% y 0,3%. Los Bancos, mientras tanto, quedaron sin cambios y acumulan un caída de 1,3% en la semana.

La mala performance de la renta variable se extendió a la mayoría de las bolsas del mundo: Europa cayó 1,1% en la semana y 2,7% en la quincena, y las bolsas emergentes 2,1% y 3,3% en sendos periodos. Dentro de estas, se destacaron la de China, que cayó 4,1% y 4,3% (acumula en el año una baja de 15%) y Brasil, que profundizó la tendencia al caer 3,8% en la semana y 7,2% en los últimos quince días. En cuanto a China, sobresalieron los malos datos de ventas minoristas de agosto (subieron 2,5% i.a. vs 7,0% que esperaba el consenso) y la producción industrial, que moderó el ritmo de crecimiento a 5,3% i.a. desde el 6,4% que había marcado en julio. A esto se sumó el colapso de Evergrande -el segundo mayor desarrollador inmobiliario de China, que emplea unas 200.000 personas de forma directa y genera más de un millón de puestos de trabajo a través de subcontratistas-, que se encuentra al borde de la quiebra y sus acciones cayeron más de 80% en lo que va de 2021.

En el caso de Brasil, si bien el dato de actividad de julio mostró un buen resultado al marcar una alza de 0,6% m/m, superando el nivel pre pandemia, la incertidumbre política y el mayor gasto público -financiado con más impuestos que impulsa Bolsonaro- siguen deteriorando las expectativas, golpeando a todos los papeles: Vale cayó 9,5% en la semana, Itaú 3,0% y Petrobras -pese al alza del WTI- bajó 2,4%. Esto último también repercutió en el Real, que volvió a depreciarse y cerró en USDBRL 5,30. Los commodities, salvo el petróleo (por los problemas de oferta que generan los huracanes en Texas subió 3,5% en la semana y 4,0% desde el viernes 3), el resto operó a la baja, con el cobre cayendo 4,3%, el oro 2,1% y la soja 0,3%.

Lo que viene

Lo más importante de la semana pasará por la reunión que llevará a cabo la Fed el miércoles, con la vista puesta en la actualización de las previsiones internas sobre tipos de interés y los comentarios sobre las compras de activos. Entre los datos que se publicarán, lo más trascendente pasará por el adelanto del PMI de septiembre: el consenso espera que el índice compuesto se ubique en 54, levemente por debajo del 55,4 registrado en agosto. 

Local
¿Qué pasó?

La euforia por el resultado electoral duró poco. La tensión cambiaria continúa, el BCRA pierde reservas internacionales, las perspectivas fiscales son más preocupantes y se hace más difícil el acuerdo con el FMI. Si bien las PASO no definen nada, más allá de un ordenamiento interno de los partidos, en los hechos funciona como una gran encuesta nacional, en la que se tienen que tener en cuenta varios aspectos, como por ejemplo la participación del electorado.

El resultado de las PASO es el anticipo de las generales, dado que nunca se revirtió, aunque puede tener modificaciones en cuanto a la diferencia entre oficialismo y oposición, y la consecuente composición del Congreso. Los resultados del domingo 13 sorprendieron porque nuestro escenario era de un empate, incluso con una leve ventaja para el oficialismo y que, por eso, el gobierno no generaría grandes cambios. Ahora la oposición pasaría a ganar tener más bancas en diputados -inesperado- y estaría muy cerca de emparejar la composición del Senado, por lo que el Peronismo perdería el quórum propio por primera vez desde 1983.

Si bien el equilibrio de poder fue festejado por el mercado (el lunes la bolsa subió 7% y el riesgo país cayó casi 3%), la radicalización que está mostrando el gobierno -especialmente en materia fiscal, con más emisión monetaria- “bajó la espuma”, aumentó la incertidumbre y los activos devolvieron parte de lo que habían ganado el lunes (el merval cayó 3,5%, mientras que el riesgo país volvió a estar por encima de los 1500 pb). Esta dinámica se reflejó en el mercado cambiario: el BCRA vendió USD 74 M (el viernes solamente vendió USD 150 M), pese a que el agro aumentó el ritmo de liquidación a USD 686 M -duplicando la semana anterior, aunque en línea con el promedio del mes-, lo que demuestra la mayor demanda de divisas por otros conceptos.

Con este marco de fondo, el tipo de cambio oficial se mantuvo volátil, aunque en promedio mantuvo el ritmo de devaluación en torno al 15% anualizado, en tanto que las cotizaciones en el paralelo volvieron a subir, elevando la brecha cambiaria a un rango de 75% (el MEP) y 90% (el CCL libre). En este contexto, aumentó fuerte la demanda de cobertura cambiaria: los contratos Rofex de diciembre en adelante subieron 1% en promedio y los bonos dollar linked tuvieron un fuerte repunte, con el TV22 (vence en abril de 2022) anotando un alza de 3,4%, la mayor suba semanal desde abril. Los bonos CER operaron a la baja, especialmente los de mayor duration (mientras que los tramos corto y medio tuvieron caídas en torno al 0,5%, los más largos mostraron caídas promedio del 1,4%).

El Merval logró anotar una suba semanal en dólares CCL del 3,8%, alcanzando los 435 dólares: se destacaron los papeles de consumo discrecional y servicios públicos, que subieron 17%y 14%, respectivamente. El cuanto a los datos económicos, en la semana se conoció el IPC de agosto, que marcó un alza de 2,5% m/m -la más baja de los últimos 12 meses-, gracias a que los precios regulados subieron apenas 1,1% m/m y los precios estacionales aumentaron sólo 0,6% m/m. Excluyendo estos bienes y servicios, la inflación se mantuvo alta, con el IPC core marcando un alza de 3,1% m/m, por lo que mantenemos nuestra perspectiva de que los precios mantendrán esta dinámica hasta fin de año.

Lo que viene

Se vienen los cambios de gabinete del gobierno nacional y en PBA. La semana arranca con la publicación del resultado fiscal de agosto, en la que se espera una nueva aceleración del gasto. Promediando la semana, se publicarán los datos de la balanza comercial, y el viernes el BCRA dará a conocer el resultado del balance cambiario de agosto, en el que será clave analizar la evolución de la demanda neta de divisas por importaciones de bienes, servicios y pagos netos de deuda.