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¿Qué pasó?

Impulsado por los buenos balances, mejores perspectivas de crecimiento para el último trimestre y moderación en las expectativas de inflación, el mercado americano tuvo su quinta semana consecutiva alcista, alcanzando nuevos récords, mientras las tasas de interés retrocedieron.

Pese a que los contagios de COVID-19 detuvieron la caída que venían marcando desde mediados de septiembre (se estabilizaron en torno a los 70 mil casos diarios), la continua caída en las hospitalizaciones y en los fallecidos, sumado a que la población totalmente vacunada supera el 58% (más de 192 millones de dosis aplicadas), dejan atrás los temores de una nueva ola.

En el plano económico, los primeros indicadores del cuarto trimestre marcan que la actividad económica retoma el impulso tras el freno que tuvo en el tercer trimestre. Concretamente, el PMI compuesto de octubre subió 57,6 puntos, desde 55 del mes anterior, levemente por encima de lo que esperaba el consenso: se destacó el muy buen repunte del sector de servicios, que pasó de 54,9 hasta el récord de 58,7, en tanto que el PMI manufacturero cayó de 60,7 a 58,4, reflejo de que la actividad industrial sigue afectada por problemas de abastecimiento y cuellos de botella.

Esta mejora se evidenció en el mercado laboral: tras 3 meses de desaceleración, repuntó la creación de empleo no agrícola, y la tasa de desempleo cayó al nivel más bajo desde marzo de 2020. Concretamente, en octubre se crearon 531 mil empleos, 220 mil más que en septiembre (se corrigió al alza desde 194 mil informados el mes pasado): se destacó la muy buena performance del empleo privado, que sumó más de 600 mil empleos de la mano del repunte en el sector de servicios, que aportó 496 nuevos puestos de trabajo.

Este incremento en el empleo privado permitió compensar los 73 mil puestos menos que se crearon en el sector público, la caída de 172 mil del empleo agrícola y las 100 mil personas que ingresaron al mercado laboral. Así las cosas, la tasa de desocupación cayó hasta 4,6%, el nivel más bajo desde marzo de 2020. Vale aclarar que, pese a la recuperación que marcó el empleo desde mayo de 2020, aún quedan 4,7 millones de empleos menos, 1,7 millones de desocupados más y casi 3 millones de personas menos en el mercado laboral. Por ende, si corregimos este efecto, la tasa de desocupación se iría al 7,0%.

El mayor dinamismo del mercado laboral se dio con menor presión sobre los salarios, que en octubre subieron 0,4%, moderando al alza desde el 0,6% promedio mensual que venía registrando desde abril. Esto permitió quebrar la tendencia alcista que venían marcando las expectativas inflacionarias: la implícita en los bonos a 5 años bajó de 3% a 2,9%, y la de los bonos a 10 años pasó de 2,7% a 2,5%.

En cuanto a la política monetaria, la FED cumplió con lo que venía adelantando: anunció que, a fin de este mes, comenzará con el Tapering, de USD 15.000 M por mes durante noviembre y diciembre. Para 2022, proyecta mantener el ritmo de reducción en igual magnitud, aunque se expresó flexible a modificar dichos montos si el contexto lo amerita. De esta manera, la inyección de dinero llegaría a cero a mediados de 2022, abriendo paso a una potencial primera suba de tasas. En este contexto de mayor crecimiento y menor presión inflacionaria, las tasas de interés de los bonos del tesoro cerraron una semana bajista: la USD10Y retrocedió a los niveles de un mes atrás y cerró en 1,46 %, mientras que la USD2Y terminó en un valor de 0,4%, con una caída semanal de 10 bps.

Con este marco de fondo, los mercados accionarios siguieron su recorrido alcista y batieron nuevos récords: el S&P subió 2% en la semana, acumulando en el último mes una ganancia de 7,7%, y 25,1% en lo que va del año. Si bien todos los sectores vienen marcando muy buenos resultados, el impulso reciente vino de las empresas de consumo discrecional, que ganaron 5,0% en la semana y 16,9% en el último mes (se destacó el fuerte aumento de Tesla, que en el mismo período subió 9,7% y 57%, respectivamente). Las tecnológicas, por su parte, también aportaron lo suyo, al rendir 3,4% en la semana y 10,5% en último mes (Nvidia subió 16% en la semana, 45% en el mes y 130% en el año). Lo propio sucedió con las empresas del sector de materiales, que en la última semana subieron 3,2%, y 9% en el mes.

El dólar se mantuvo en los niveles máximos del año, marcando una leve apreciación en la semana contra las principales monedas, en tanto que, contra las monedas emergentes, mostró resultados mixtos: se destacó el real brasileño, que cerró la semana en USBRL 5,54, 1,7% por debajo de la semana previa.

Con respecto al mercado de commodities, todos operaron a la baja: el petróleo cayó 2,4% en la semana -aunque el viernes subió 2,5% luego de que la OPEP+ aclare que no realizará un ajuste sobre la oferta- y cerró en USD 81. Ante las perspectivas de buena cosecha en EE.UU, la soja cayó 3,6%, cerrando en USD 425 la tonelada, el nivel más bajo desde febrero y 5% inferior al de principios de año.

En los metales, el ajuste viene siendo más fuerte, especialmente en los últimos 15 días: el cobre cayó 0,5% en la semana y 8% desde el 20 de octubre. Igual performance tuvo el acero, en tanto que el aluminio y el mineral de hierro promediaron una caída de 7% en la semana y 17% en 15 días. Vale destacar que, con esta performance, el hierro acumula una baja de 35% en lo que va del año.

Por el lado de mercados emergentes, se destacó el respiro que tuvo la bolsa de Brasil, que subió 2% en la semana y en el año acumula una baja de 19%.

Lo que viene

Aunque por el momento no incidió en las expectativas del mercado, el aumento semanal en los contagios indica que la pandemia sigue siendo un riesgo latente.

Lo más destacado de la semana sucederá el miércoles, cuando se publique el resultado del IPC de octubre: el mercado espera que el índice general se acelere a 0,6% m/m (desde 0,4% en septiembre), impulsado por el alza del precio de la energía. Para el IPC core, en cambio, se espera un alza de 0,3% (vs 0,2% en septiembre). De cumplirse, la inflación anual en EE.UU llegaría a 5,9%, la más alta desde agosto de 1982.

Un resultado por encima de lo esperado volverá a generar presión sobre la FED y a las tasas de interés, amenazando el rally que tuvo el mercado en el último mes.

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¿Qué pasó?

Sin avances en las negociaciones con el FMI, y sin medidas de fondo que anticipen una corrección en los desequilibrios macroeconómicos, la incertidumbre y el pesimismo continuaron siendo los principales protagonistas.

Concretamente, en la primera semana de noviembre el BCRA vendió USD 32 M en el mercado de cambios, resultado que no fue peor dado que en la última jornada, ante la nueva normativa del BCRA (obligó a los bancos a reducir su exposición en moneda extranjera), generó un aumento transitorio en la oferta de divisas. Esto le permitió a la autoridad monetaria comprar USD 200 M y compensar en parte las ventas que venía realizando en las primeras ruedas de la semana, cuando vendió a razón de USD 60 M por día.

En la semana, se pagaron USD 390 M de intereses al FMI, aunque dicha operación fue compensada por el ingreso de deuda con el BID. Así las cosas, las reservas internacionales cayeron USD 32 M en la semana y cerraron con un stock bruto de USD 42.785 M, en tanto que las netas bajaron hasta USD 5.700 M. Si bien el BCRA no modificó su política cambiaria, manteniendo el ritmo de devaluación del tipo de cambio oficial en torno al 11% anualizado, la presión de dolarización de las carteras se reflejó en el mercado financiero, que gana cada vez más volumen.

Mientras el BCRA trata de administrar las reservas, la expansión monetaria por asistencia al Tesoro se acelera: en octubre, los giros al Tesoro fueron $350.000 M, y la expansión neta por estas operaciones llegó a $250.000 M -la más alta del año-, acumulando desde junio casi $820.000 M. La mayor asistencia al Tesoro es la consecuencia de un resultado fiscal que sigue empeorando pese al alza de la recaudación. De hecho, la recaudación total de octubre subió 59% i.a., destacándose un fuerte aumento en los ingresos por retenciones y contribuciones patronales, mientras que los ingresos asociados al nivel de actividad aumentaron menos que la inflación.

El dólar CCL libre -medido en GD30- subió 5,5%, y finalizó la semana con un valor de $216, ampliando la brecha con el tipo de cambio oficial al 116%. El mercado de futuros también absorbió la presión, con fuerte aumento en el volumen de ROFEX, donde se operaron 650.000 contratos el jueves y 800.000 mil el viernes, en tanto que el interés abierto entre Rofex y Mae llegó a USD 6.228 M, 50% más alto al del mes pasado.

Los bonos soberanos continuaron a la baja y el riesgo país subió 1,2%, cerrando la semana en 1.733 puntos, nuevo récord desde la reestructuración de la deuda. Entre los bonos en pesos, los ajustables por CER tuvieron un alza promedio de 1,2% en la semana y 5% en los últimos 30 días, en tanto que los ajustables por tipo de cambio oficial subieron 2,0% en la semana y 3,5% respecto a un mes atrás. En cuanto a esto último, destacó el TV22, que subió 3,2% en la semana y llegó a tasa negativa de 14,5% contra devaluación, por lejos, la tasa más negativa en la historia de los dollar linked.

El Merval cerró con un alza semanal en dólares de 6,8%, de la mano del salto en las cotizaciones de Terminum (+23%) y Aluar (+21%). El último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) corrigió al alza las perspectivas de inflación: para octubre, espera un alza de 3,2% (vs 2,8% que estimaba el mes pasado), y hasta abril tendrá un alza promedio de 3,6% mensual, en tanto que para los próximos doce meses proyectan un alza de 49,5%, y 49% para el año que viene (en ambos casos 3 pp más que el mes pasado).

En cuanto al tipo de cambio, el REM espera que la devaluación acelere a partir de diciembre, proyectando un alza mensual promedio de 4,3%, en tanto que para fin de 2022 esperan que el tipo de cambio oficial cotice en $160, lo que implicaría una devaluación del 52%.

Lo que viene

Se cierra el escenario electoral y las miradas estarán puestas en los resultados del próximo domingo y la reacción del gobierno. Las encuestas coinciden en que el oficialismo tendrá una peor performance que en las PASO, aunque resta definir cuántos diputados y senadores podría perder. Cobran mayor relevancia los resultados de Chubut y La Pampa, donde el oficialismo pone en riesgo la primera minoría en la Cámara alta.

En cuanto a los indicadores económicos, lo más importante sucederá el jueves con la publicación del IPC de octubre. Si bien los resultados de las consultoras privadas marcan cierta dispersión, esperamos un alza en el IPC general de 3,2% m/m.