Internacional
¿Qué pasó?
En la última semana, los mercados se mostraron muy volátiles ante la incertidumbre generada por la nueva variante de COVID-19. La posibilidad de nuevos cierres, en conjunto con el aumento de casos, generaron desconcierto y un “flight to quality” que golpeó todas las bolsas del mundo y apreció el dólar. A este contexto se le agregó la reunión de la OPEP+ y la publicación de nuevos datos económicos, lo que dejó a los agentes expectantes sobre cómo cerrará el año la economía global.
Por el lado sanitario, la variable Ómicron continuó generando inquietud e impulsó medidas de cierre de fronteras con África, así como también llevó a una caída en el sector turístico. Durante la última semana se dieron casos de esta última cepa tanto en Brasil como en EE.UU, siendo este último en una persona vacunada. La velocidad de transmisión parece ser más alta que la de Delta. La buena noticia fue que, en los casos en Europa, los contagios parecen haberse estabilizado y las hospitalizaciones siguen siendo muy bajas (en relación a cuando no existían las vacunas). Se espera que, a lo largo de este mes, se publique mayor información sobre esta nueva variante, aunque los expertos ya recomiendan aumentar la vacunación por sobre medidas como el cierre de la economía o bien restricciones más selectivas.
Con respecto a los datos económicos, los resultados volvieron a mostrarse mixtos. En la semana se destacó la publicación de la tasa de desempleo de EE.UU de noviembre, que se ubicó en 4,2%, logrando así mejorar tanto el resultado de octubre (4,6%) como la previsión del mercado de 4,5%, siendo el nivel más bajo desde el inicio de la pandemia. Sin embargo, cabe aclarar que la creación de nóminas no agrícolas en el mes fue de apenas 210 mil nuevos puestos, muy por debajo de las 500 mil que esperaba el mercado, consolidando el peor desempeño del año. Lo que permitió reducir la tasa de desocupación fue el empleo agrícola, que marcó una suba de 926 mil nuevos puestos. Además, logró que el empleo total sume 1.136 millones de empleos, permitiendo así absorber el incremento de 594 mil personas de la Población Económicamente Activa (PEA), que llegó a 61,8%, la más alta desde marzo, aunque sigue abajo del 63,3% que registraba previo a la pandemia.
También se publicó el PMI de noviembre: marcó cierto deterioro de la actividad manufacturera, que llegó a 58,3 (vs 59,1 en octubre), mientras que el sector servicios mejoró de 57 a 58. Bajo este contexto, los mercados de renta variable tuvieron una semana muy volátil, con un aumento del 20% en el índice VIX, que superó los 30 puntos y alcanzó el nivel más alto del año. Los mercados norteamericanos cerraron con caídas de 1,2% en el S&P y de 2,1% en el Nasdaq, acumulando así bajas mensuales de 2,4% y 2,6%, respectivamente. A excepción del sector de Utilities, que subió 1%, todos los sectores cerraron la semana bajistas, encabezados por sectores cíclicos, como el de comunicaciones (3,2%) y el discrecional (2,2%).
Ante este escenario, los inversores prefirieron migrar a activos menos riesgosos, lo que afectó negativamente al mercado de renta variable y llevó a un aumento de la demanda en la renta fija. La tasa de bonos a 10 años retrocedió 13 pb, hasta 1,35%, el valor más bajo desde fines de septiembre. Por su lado, el rendimiento a dos años, que refleja las expectativas de las tasas de interés a corto plazo, cerró también a la baja, en 0,59%. Ante este escenario, el dólar DXY marcó una leve alza, hasta ubicarse en 96,17 puntos. Cabe destacar que este fortalecimiento se debe especialmente a la caída del euro, que acumula en lo que va del año una pérdida de 6,7%, impulsada por la nueva ola de COVID-19, que viene afectando al continente europeo.
Por el lado de los commodities, la mayor noticia se dio luego de la reunión de la OPEP+, en la que los países miembros decidieron continuar con su plan inicial de aumentar la producción del crudo en 400.000 barriles desde enero. Esto fue una clara señal de que los productores no esperaban que la nueva cepa provoque una desaceleración en la economía. A pesar de esto, el crudo cerró con una caída semanal del 3%, acumulando una baja de 15% para el último mes.
Por el lado de los países emergentes, Brasil tuvo una semana de resultados mixtos, que concluyeron en una leve alza semanal del EWZ, de 1,3%. El PBI del 3Q21 cayó 0,1% respecto al trimestre anterior, acumulando en los últimos doce meses un alza de 4,0%. A esto se suma un resultado deficitario de la balanza comercial, de $1,3 B para el mes de noviembre, lo que lleva a especular que Brasil está mostrando una desaceleración económica cada vez mayor.
Lo que viene
Esta semana se darán a conocer los resultados de los laboratorios sobre la efectividad de las vacunas frente a la cepa Ómicron. De acuerdo a lo que informaron los principales referentes de Pfizer y Moderna, la adaptación de las vacunas podría demorar entre 70 y 100 días.
En cuanto a los datos económicos, la atención del mercado estará en la presentación del IPC de EE.UU de noviembre: el pronóstico se ubica en 0,7%, menor al dato de octubre (0,9%). Este resultado podría confirmar la falta de control sobre el aumento de precios, lo que podría culminar en una aceleración del Tapering -más temprana de lo que se esperaba inicialmente- o en un aumento en las tasas de interés, para así controlar esta variable.
Local
¿Qué pasó?
El escenario local continúa expectante ante la visita a Washington de distintos delegados del Ministerio de Economía para avanzar en el acuerdo con el FMI. Esto, sumado a la importante caída que tuvieron las reservas internacionales, lleva a una mayor desconfianza de la sostenibilidad de las políticas económicas actuales.
Concretamente, durante la última semana se notó una importante caída en el ritmo de liquidación de divisas del agro, lo que generó mayor tensión en el mercado cambiario, y el BCRA tuvo que vender USD 428 M en el mercado cambiario para evitar una mayor suba en el tipo de cambio oficial. A esto se sumó la caída de encaje en moneda extranjera, asociado a la baja en los depósitos en dólares del sector privado (cayeron cerca de USD 500 M en semana), por lo que las reservas internacionales cerraron la semana con un stock bruto de USD 41.312 M -USD 870 M menos que la semana anterior-, en tanto que las reservas netas se ubican en USD 4.550 M, USD 320 M menos que la semana previa.
En medio de esta tensión financiera, el dólar oficial cerró la semana en $101,2, marcando así una devaluación semanal de 0,4% -24% anualizada-. Vale destacar que en las 3 primeras ruedas del mes el tipo de cambio oficial aceleró su marcha, al subir a un ritmo del 32% anualizado. El dólar MEP, por su parte, cerró en $203,25, marcando una variación semanal de 1,5%, mientras que el CCL se ubicó el viernes en 219,17, cerrando con una suba de 3,5%.
Por otro lado, durante la semana se dio a conocer que un equipo conformado por miembros del Ministerio de Economía y del BCRA habían viajado a Washington para avanzar con el acuerdo con el FMI. Esto impulsó al mercado local, que tuvo cierto respiro luego de alcanzar valores mínimos. En cuanto a los datos económicos, el viernes se publicó el Relevamiento de Expectativas de Mercados (REM) correspondiente a noviembre, en el que la proyección de inflación volvió a corregirse al alza. Para noviembre, se espera una inflación del 3,1%, que irá en ascenso hasta marzo, cuando llegue a 4,3%, para promediar en los próximos 6 meses un alza de 3,7% por mes.
Así, 2021 cerrará con una inflación cercana a 51,1% (vs el 50,4% proyectado el mes pasado), mientras que para 2022 se espera 51,8% (vs 49,2% que se proyectaba en octubre). Esto llevaría a esperar nuevas medidas por parte del BCRA, que se encuentra no sólo en la dicotomía de controlar la inflación y el tipo de cambio, sino que también debe lograr acordar con el FMI para así establecer un marco económico futuro.
Bajo este contexto, el mercado de renta variable cerró una semana sumamente volátil, influenciado por esta noticia y, además, por el contexto internacional comentado anteriormente. A su vez, la Argentina se vio reclasificada por el índice MSCI, lo que la movió desde la categoría Emergentes hasta “standalone” o Mercados Independientes. Esta clasificación se ubicó por debajo de Mercados de Frontera, que era la posición que se esperaba obtener, lo que generó importantes migraciones en los ADR locales que componían el índice general de emergentes.
Ante este escenario, el Merval cerró la semana con un alza de 7,5% en moneda local y de 2,2% en USD, acumulando en esta última una ganancia de 8,6% en lo que va del año. Dentro de los sectores, el energético encabezó las subas, con un aumento semanal del 6,3%, mientras que el de consumo básico se ubicó último, con una caída de 3,4%. El riesgo país, por su parte, también disminuyó ante la noticia del avance del acuerdo, lo que hizo que cerrara el viernes en 1.771 puntos, marcando una caída semanal de 5,2% y logrando el valor más bajo de los últimos 15 días. Con respecto al mercado de renta fija, todos los bonos cerraron la semana en verde, encabezados por los bonos ley argentina, que promediaron una suba de 10% ante la ola de optimismo.
Lo que viene
El mercado continuará expectante ante el escenario internacional y los avances del acuerdo con el FMI. Con respecto a los datos macroeconómicos, se publicará el índice de producción industrial del mes de octubre, que los especialistas pronostican en 9%, valor por debajo del mes de septiembre (10,1%). Una caída por debajo de las expectativas enviaría una señal de desaceleración al mercado, lo que afectaría negativamente al ya inestable contexto actual.