Internacional
¿Qué pasó?
Los mercados se vieron sacudidos por la expansión de los contagios de COVID-19 y, adicionalmente, por el endurecimiento de la política monetaria anunciado por varios bancos centrales, terminando la semana con resultados en rojo.
Concretamente, los contagios diarios se mantienen en alza y su contagiosidad se acelera cada vez más gracias a la nueva variable Ómicron, que está afectando a casi todos los países. Esto aumenta el temor de nuevas restricciones que puedan golpear la actividad económica. La volatilidad medida con el VIX aumentó más de 10% durante esta semana, superando así en 3 puntos el valor que promedió durante todo el año.
En cuanto a los datos económicos de EE.UU, el índice de precios del productor de noviembre superó largamente las expectativas del mercado, al marcar una suba de 0,8% m/m y de 9,6% i.a., en tanto que el IPP Core aumentó un 0,7% m/m y 7,7% i.a. Lo más importante pasó por el Comité Federal de Mercado Abierto de la FED que, si bien mantuvo las tasas de interés actuales en 0,25%, decidió duplicar la reducción de compra de bonos en USD 30.000 M al mes, planeando finalizar con el retiro de estímulos en marzo de 2022.
A su vez, proyectó un aumento en las tasas de interés a 0,9% durante el 2022, de 1,6% en 2023 y de 2,1% en 2024, para controlar la presión inflacionaria y mantenerla en torno al 2% anual. La entidad aclaró que estas proyecciones dependerán del mercado laboral ya que, cuando el mismo alcance el pleno empleo, entonces se podría adelantar el aumento de las tasas. En su comunicado también se destacó una corrección en las estimaciones de 2022: subió el PBI 4,0% i.a., bajó el desempleo a 3,5% y se elevó la proyección de inflación al 2,6% (y 2,7% la inflación core).
Esta decisión, sumada a la incertidumbre por la expansión de una nueva ola de COVID-19, llevó a los inversores a aumentar la demanda de activos menos riesgosos: la tasa de bonos a 10 años cayó 9 pb, hasta 1,4%, en tanto que la USD2Y se mantuvo en 0,63%, lo que llevó a una compresión en el spread de corto y largo plazo, asociado a las expectativas de desaceleración económica futura y aumentos en las tasas de la FED.
Por el lado de la renta variable, los mercados norteamericanos cerraron la semana con una baja de 1,9% para el S&P y de 2,9% para el Nasdaq, esta última ocasionada por la caída de 4% que marcó el sector tecnológico. De hecho, ante un contexto de aumento de tasas, las ganancias de las empresas growth se vuelven menos atractivas, por lo que los inversores migraron de este sector, dejando en rojo a empresas como Nvidia (8%), MSFT (5,5%) o AAPL (4,6%).
El principal ganador de la semana fue el sector salud (2,4%), impulsado por una mayor demanda de vacunas contra el COVID-19 para reforzar la inmunidad. Dentro de los perdedores, se encontraron tanto el consumo discrecional (4,3%) como el sector energético (5,1%). Este último se vio también afectado por la caída semanal de 2% que mostró el petróleo -hasta ubicarse en USD 70- ante la posibilidad de nuevos cierres que desaceleren la demanda (a pesar de esto, Goldman Sachs aún estima un consumo récord entre 2022 y 2023).
Este contexto de suba de tasas futuras fortaleció al dólar, que llevó al índice DXY a cerrar con un alza de 0,6%, hasta ubicarse en 96,7 puntos, muy cerca del máximo del año. La razón fue la caída del euro de 0,7%, a pesar de que el BCE decidió mantener las tasas pero aumentar la recompra de bonos, para así controlar la inflación del continente. Luego de esta noticia, el euro se apreció levemente frente al dólar, pero el mercado consideró que la FED tomó medidas más rigurosas a la hora de controlar la inflación, lo que terminó fortaleciendo al dólar por sobre el euro.
Por el lado Brasil, en octubre la actividad cayó 0,4% m/m -vs expectativas de 0,3%-, acumulando una caída interanual de 1,5%. Con este marco de fondo, sumado a la distribución de dividendos de Petrobras, el EWZ marcó una caída semanal de 2,4%, acumulando en el año una baja de 22,6%.
Lo que viene
La semana seguirá marcada por la evolución de los contagios de COVID-19 y las medidas restrictivas que adopten los países, especialmente en Europa.
En cuanto a los índices económicos, se publicará el tercer y último dato del PBI del 3Q21 de EE.UU. También se dará a conocer la confianza al consumidor de diciembre, que podría indicar una señal positiva, ya que una mayor confianza contribuye a un aumento del consumo de los individuos (las expectativas se ubican en 110, vs 109,5 en el mes anterior).
Local
¿Qué pasó?
La tensión política en el Congreso y el fracaso de la aprobación del presupuesto 2022 limitan las chances de un acuerdo rápido con el FMI y, a su vez, empeoran las perspectivas para el corto plazo, en un contexto en el que la inflación sigue muy elevada y el BCRA pierde reservas. Esto, sumado a la caída en los mercados globales, golpeó el mercado local, que terminó la semana en rojo.
Concretamente, la última semana cerró con el fracaso en la aprobación del presupuesto 2022 que había enviado el ministro Guzmán. Políticamente, marcó que el gobierno no fue capaz de generar consensos con las demás fuerzas políticas. En lo económico, muestra la falta de claridad del oficialismo para marcar un rumbo económico ordenado y le da más discrecionalidad al Poder Ejecutivo para manejar el gasto en 2022, utilizando el presupuesto de 2021 ajustado por inflación. Esto generó una mayor incertidumbre durante el último día de la semana pasada, dada la obligatoriedad del presupuesto para el acuerdo con el FMI, que se sumó a las limitaciones en las exportaciones de trigo y maíz que estableció el gobierno para abastecer el mercado interno.
Este escenario terminó afectando negativamente a todos los mercados durante el día viernes, llevando así a corregir en gran medida las subas de la semana. En cuanto a los datos económicos publicados, el IPC de noviembre marcó un alza de 2,5% m/m (51,2% i.a.), ubicándose por debajo del 3,2% que esperaba el mercado y 1 pp por debajo de los resultados de los dos meses previos. La desaceleración de la inflación se explicó por el menor dinamismo de los precios regulados, que subieron 1,0% en el mes -vs 2,4% m/m en septiembre y octubre-, y de los precios estacionales, que aumentaron apenas 0,8% m/m -vs 7,2% en los 2 meses previos-. Diferente fue el caso del IPC Core, que aceleró su marcha con un alza de 3,3% m/m y 56% i.a. Esto marca que la desaceleración del IPC es transitoria, y que el próximo mes volverá a la tendencia 3% -como mínimo- que venía marcando los meses previos.
Por otro lado, se dio a conocer el PBI del 3Q21, que subió 4,1% t/t y 11,9% i.a., acumulando un alza de 10,8% en lo que va del año 2021. En cuanto al mercado cambiario, de la mano de la mayor oferta de divisas del agro (liquidaron USD 682 M), el BCRA compró USD 16 M en la semana, que redujeron el rojo de las primeras dos semanas de diciembre a USD 368 M. Con esto, en un contexto en el que los depósitos en dólares se estabilizaron, las reservas internacionales cayeron en USD 64 M, cerrando la semana con un stock bruto de USD 41.117 M y USD 4.174 M de reservas netas.
Con respecto a la renta fija en pesos, los bonos dollar linked mostraron una caída que promedió el 0,5%, en tanto que los bonos CER ajustaron 2,0%, afectados por la desaceleración del IPC de noviembre. El dólar MEP, por su parte, cerró la semana con una suba del 1,1%, cerrando en $199, mientras que el CCL cayó 1,5%, hasta los $205,45. El riesgo país marcaba una baja durante los primeros días de la semana, hasta que el rechazo del presupuesto del 2022 elevó la incertidumbre y lo llevó a los 1.714 puntos.
Por el lado de la renta variable, el Merval terminó la semana con una caída de 2,9% en USD y de 2,6% en moneda local. Los sectores más castigados de la semana fueron el Real Estate (6,7%) y el energético (4,5%), este último también afectado por el contexto internacional. Dentro de los peores rendimientos semanales se ubicaron Cepu (-10%) y Grupo Supervielle (-11%). El sector de comunicaciones fue el único que cerró en verde, con una suba de 0,8% gracias a Cablevisión Holdings, que marcó un alza semanal de 10,6%.
Lo que viene
El contexto local seguirá expectante ante los avances con el FMI, a pesar de que la entidad haya indicado que, de momento, no hay acuerdo. Esta semana se pagará la cuota al FMI, para la que se utilizarán casi USD 1.900 M de las reservas internacionales, poco menos de la mitad del nivel actual de reservas netas.
En cuanto a los datos económicos, lo más importante pasará por la publicación del resultado fiscal de noviembre, donde se espera un fuerte aumento del déficit primario, debido a la aceleración del gasto. Además, el jueves se presentará el EMAE de octubre, en el que se espera cierto estancamiento, debido a las mayores restricciones a las importaciones y el menor dinamismo de la inversión.
Por otra parte, se dará a conocer el balance de pagos y la tasa de desempleo del 3Q21, que se espera que muestre una mejora respecto al trimestre previo: el pronóstico del mercado ubica al desempleo en un 9,4% (vs 9,6% en el segundo trimestre).
A su vez, se dará a conocer la balanza comercial de noviembre, donde el mercado espera que se mantenga un elevado superávit, aunque menor al de los meses previos.