- El gobierno gestiona subsidios y facilidades fiscales para contrarrestar la caída súbita en la actividad económica. La necesidad de matizar las contracciones de los ingresos y el desfinanciamiento del sector privado es cardinal para que la economía no sitúe en caída libre.
- La gestión fiscal debe minimizar la fuerte caída en los ingresos tributarios y sus consecuencias en la profundización del déficit. Tras la caída de la actividad privada, se estima una fuerte caída en los ingresos tributarios y expansión del gasto.
Resultado fiscal primario, financiero e intereses (S. Público no financiero, en millones de $)
Resumen
- La necesidad de estímulos y contención sobre los ingresos del sector privado modificó la agenda y el objetivo fiscal del gobierno. Se estima que el aumento del déficit se traducirá en mayor presión tributaria y necesidades financieras.
- La dominancia de la política fiscal puede es relevante ser positiva en este escenario pero no se encuentra libre de costos en la instancia pospandemia, principalmente para la dinámica inflacionaria y el peso negativo de un sector con problemas de liquidez.
- Las necesidades financieras del sector público deben ser atendidas con celeridad dado que ante un contexto de dificultades en los cumplimientos, la coyuntura puede trasladarse a un punto de profundización de la volatilidad y contracción económica.
- Consultoras privadas estiman una fuerte caída de los ingresos fiscales para el mes de abril en torno al 30%. Esto se profundiza con la expansión de las erogaciones derivadas de los paquetes fiscales.
- El resultado fiscal primario de marzo de 2020 registró déficit del orden de los $ 124.728 millones. Estimamos que esto se profundizará al menos durante el próximo trimestre del año dada la contracción dinámica de los ingresos fiscales.
- El resultado financiero del mes de marzo de 2020 contabilizó nuevamente un déficit de $166.305 millones, esto representó un aumento interanual de 233,7%.
-Se observan efectos no deseados de la caída de la actividad sobre la recaudación impositiva y la necesidad de una política fiscal expansiva. Quedó muy atrás la necesidad de estabilización de las cuentas fiscales que se observó durante los primeros meses de gobierno.
- El escenario de pandemia genera la necesidad cardinal de sostener los ingresos del sector privado lo cual es financiado con asistencia del Banco Central. ? El paquete total del Gobierno para asistir a empresas y cuentapropistas se estima en $850.000 millones que se traducen en 3% del PIB.
- En ese programa de facilidades se incluyen subsidios del 100% de la tasa de interés para la línea a tasa 0% para monotributistas y autónomos; el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), incrementos en la Asignación Universal por Hijo (AUH) y en la jubilación mínima, y asistencia a las empresas a través del Programa de Asistencia a la Producción y el Trabajo.
-Por lo tanto y dada la escala de financiamiento al sector privado mediante emisión monetaria, el poder ejecutivo y la autoridad monetaria deberán establecer una estrategia pospandemia para que los excedentes monetarios no se direccionen en presiones cambiarias. Es decir, que la política fiscal y monetaria deberán establecer un programa de sesgo antiinflacionario. Aspecto que por ahora no parece estar en la agenda pero no es menos importante.
-La dominancia fiscal se debería observar como una necesidad temporal que responde al contexto de pandemia y sus consecuencias contractivas sobre la coyuntura económica. Sin embargo, hay que notar que en el camino a la pospandemia el impulso del gasto y los recortes impositivos deberán desactivarse en aras de evitar iliquidez y dinámicas de precios que establezcan a la economía en una nueva crisis.
- Las estimaciones de los ingresos tributarios de abril macarían un fuerte deterioro en las cuentas fiscales. El relevamiento del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) realizado hasta el 26 de abril, sugiere una contracción sustancial del 25%. Las principales retracciones se observan en la recaudación de IVA, Ganancias y sobre los combustibles.
- La recaudación tributaria de marzo registró un crecimiento de 36,6% interanual. La recaudación en términos nominales registró $ 307.587 millones, lo que marca una caída de 2,4% respecto de febrero de 2020.
- El resultado operativo correspondiente a marzo contabilizó un déficit de $124.728 millones lo que representó un crecimiento interanual de 856,7%. Siendo el resultado de un aumento de 30,7% de los ingresos y 70% en los gastos corrientes, ambos respecto a marzo de 2019.
- En el plano financiero, luego de descontar los intereses de la deuda soberana ($41.577 millones), el resultado financiero de marzo 2020 fue -$166.305 millones, lo cual representó un crecimiento interanual de 233,7%.