A paso lento pero constante el BCRA continúa comprando divisas y permite que las reservas internacionales sigan subiendo. Lejos de los niveles de pánico de octubre, la brecha cambiaria se mantiene estable, aunque alta.

El saldo favorable en las intervenciones en el mercado de cambios se debe a la menor demanda de divisas por importaciones y por préstamos financieros, en un contexto en el que la oferta no repunta, pues las exportaciones no reaccionan pese al incremento que marcan los precios de las materias primas. Es una pax cambiaria frágil dado que sin cambios de fondo y con un panorama fiscal -y sanitario- que para 2021 se va complicando cada vez más, la incertidumbre volverá a presionar.

Recomendamos mantener la cautela y la cobertura ante el mayor ritmo de devaluación y aceleración inflacionaria.

Concretamente en la última semana (entre el 14 y el 18 de diciembre), las reservas internacionales subieron USD85 M, acumulando en lo que va del mes un alza de USD185 M. Este resultado se explica principalmente porque el BCRA compró divisas por más de USD100 M en el mercado cambiario, siendo la mejor performance de los últimos seis meses. Tal como ocurrió en junio, cuando el BCRA logró comprar USD670 M tras vender USD1.300 M los dos meses previos, la reversión en el resultado del mercado cambiario en el último mes se debe a la menor demanda de divisas por importaciones y pagos de deuda producto del mayor control de cambios. En este contexto, el gobierno aprovechó para moderar el ritmo de suba del tipo de cambio oficial, que en lo que va de diciembre acumula un alza de 1.9% (46% anualizado, 10 pp menos que en noviembre) y ello también se tradujo en una baja de las expectativas de devaluación para los próximos meses.

Como lo venimos comentando, la pax cambiaria lograda es frágil y no se sustenta con sólidos fundamentos. Si bien bajó, la brecha cambiaria continúa siendo muy elevada mientras que las tasas de interés en moneda local siguen muy por debajo de las expectativas de devaluación y de inflación. Todo esto favorece la demanda de divisas y complica el escenario para el mercado cambiario que sueña con los dólares del campo que se favorecieron de los mejores precios internacionales, aunque amenazados por los efectos de la sequía. No es menos importante el impacto que tendrá a partir de la segunda quincena de enero la fuerte expansión monetaria de diciembre para financiar el desequilibrio fiscal.