El gobierno busca utilizar todas las opciones de financiamiento disponibles para evitar una brusca depreciación del tipo de cambio que desencadene un ajuste desordenado de las variables. A la activación del swap con China por USD 5.000 M se suman las negociaciones para el adelanto de desembolsos por USD 10.000 M por parte del FMI, de los cuales al menos USD 2.000 M estarían destinados a respaldar los dólares financieros.
Con el riesgo de una devaluación en el corto plazo parcialmente disipado, nuestra atención se centra en los altos niveles de inflación que persisten en el país. Las estimaciones privadas sitúan la cifra de mayo alrededor del 9%, e incluso no se descarta que supere los dos dígitos. Los precios de mayo ya incorporan los incrementos por la corrida cambiaria de finales de abril, a lo que se suma el aumento de los precios regulados y una fuerte inercia inflacionaria, con una inflación núcleo del 8,4% en abril. A pesar de los esfuerzos por controlar la inflación, vemos poco probable que disminuya significativamente.
En este contexto, recomendamos deshacer posiciones de corto plazo ligadas al dólar y optar por instrumentos de la curva CER. Específicamente, sugerimos vender los bonos TDL23 y T2V3, y adquirir el bono CER T2X3 o el sintético en pesos con futuros de dólar a julio a través de T2V3.
Por el temor cambiario, los bonos dollar-linked y duales se encarecieron mucho en lo que va del año. En tanto que el T2V3 pagaba devaluación +1% a principios de año, actualmente cotiza a devaluación -11%. Con el boncer T2X3 pagando CER +1%, los precios tienen implícitos una depreciación real del tipo de cambio de 12%. Algo similar ocurre con el TDL23, que paga una tasa de devaluación -20% o de inflación -5%. Es decir, a estos precios los instrumentos descuentan un salto cambiario que, desde nuestra perspectiva, no va a ocurrir.

Dentro de la curva CER, destacamos la preferencia por el bono T2X3 en comparación con otros instrumentos de corto plazo debido a dos razones. En primer lugar, ofrece un ligero premio contra la inflación con una tasa de CER +0,6%. En segundo lugar, su vencimiento ocurre un día después de las elecciones PASO, lo que brinda flexibilidad para ajustar la cartera en base a los resultados electorales.
Además, dada la tendencia alcista de la nominalidad, preferimos mantenernos en instrumentos ajustados en lugar de los de tasa fija. A los niveles actuales, el punto de equilibrio del T2X3 en comparación con la curva de tasa fija se sitúa en una inflación promedio del 7,7% para mayo y junio. Sin embargo, nuestras expectativas para ese período son de una inflación promedio del 8,8%, lo que indica que el bono presenta un margen favorable.

Una posible alternativa, aunque más arriesgada, es el instrumento sintético en pesos con futuros de dólar a julio, el cual ofrece una Tasa Efectiva Anual (TEA) del 189%. Este spread resulta atractivo en comparación con la letra del Tesoro S31L3 (TEA 138%) y la TEA estimada para el T2X3 (TEA 165%). A los niveles actuales, el sintético brinda un retorno directo cercano al 22% para finales de julio, posiblemente superando la inflación del periodo. Para más información sobre cómo construir el sintético y sus potenciales riesgos referirse a SINTÉTICO TASA FIJA DE ABRIL: CANDIDATO PARA EMPATARLE A LA INFLACIÓN.
