En primer lugar, el plan de estímulo del gobierno norteamericano fue diseñado bajo el supuesto de una pronta vuelta a la normalidad que se está demorando en aparecer. El dinero transferido a particulares no tiene un efecto permanente, con lo cual a menos que se registre una rápida recuperación del empleo será necesario un nuevo paquete de ayudas a fin de mantener el nivel de consumo.
En segundo lugar, las solicitudes de seguros por desempleo se estabilizaron en 1.300.000, signo de desaceleración en la recuperación económica. Si bien se experimentó una rápida reducción inicial desde las 6.8 millones de solicitudes en marzo, el número aún dista de los valores propios de la economía previa a la cuarentena.
Finalmente, el nivel de endeudamiento se mantiene elevado y los menores ingresos auguran una trama de quebrantos y refinanciaciones en el horizonte.
Si bien se trata de puntos válidos, no debemos minimizar el impacto que tendrá el programa global anunciado por Estados Unidos. En los últimos meses se inyectaron más de 4 trillones de dólares en la economía, un valor sin precedentes que supera holgadamente los números del año 2008.
Los bancos ya descontaron en sus reportes de resultados el impacto esperado por refinanciaciones y deudas incobrables. Sus cotizaciones también descuentan este efecto, el ETF XLF, que sigue sus precios, se encuentra 22% por debajo de sus máximos registrados a principios de año.
El desendeudamiento que surgirá de estas refinanciaciones y quitas será la semilla de la recuperación que tarde o temprano deberá llegar.
Por último, las mayores alzas de la bolsa norteamericana históricamente se dieron luego de una sorpresa positiva durante situaciones de incertidumbre similares a la actual. El costo de esperar un mejor panorama podría implicar perderse las mayores subas, que suelen darse en un reducido lapso de tiempo y explican la mayor parte del retorno anual.
Trade idea:
Para quienes desean invertir en una recuperación, estos son los Cedears de bancos norteamericanos que se pueden adquirir desde Argentina:
Recomendamos una canasta ponderada por capitalización bursátil.