Los mercados globales acentuaron su optimismo, basados en el avance de la vacunación, con gran efecto en la recuperación de los EEUU, apoyada también en el paquete social de Biden, cercano al 10% del PIB de ese país. Además del financiamiento monetario se agregarán subas de impuestos muy concentradas en los ingresos más altos, procurando no afectar el consumo. En el Cuadro 1 puede verse que, según el FMI, el crecimiento de los EEUU en 2021 sería el de mayor aumento respecto de enero, ¡2,4%!.

Contra muchas predicciones, el dólar no está cayendo, pero sí rezagándose respecto de las acciones y las commodities. Aun así, seguimos pensando que están en pie dos riesgos relevantes, aunque no necesariamente inmediatos: la inflación y, asociada a ella, la suba de tasas de interés. No se puede omitir el recordar que la deuda global, pública y privada, es más de tres veces el PIB mundial. Siguen firmes, pero más pausados, los aumentos de los rendimientos de bonos del Tesoro de EEUU. El de 10 años saltó de enero a marzo desde un bajísimo 0,91% anual a 1,62%. Llegó a superar 1,70, pero creció poco en marzo y ahora en abril se está estabilizando en algo más de 1,60. Como dijimos el mes pasado, hay que estar atentos a la rapidez de las subas, siempre riesgosas. Al impulso de la recuperación global, las commodities siguen firmes. El valor de los granos hoy es comparable al de hace 10 años, pero su duración dependerá mucho del clima y de una recuperación global, en especial de los países emergentes.

Confirmando anticipos, las proyecciones de abril FMI en su informe global bianual (WEO) son más optimistas que las anteriores (en verde, Cuadro 1). El mundo crecería este año 6,0%, superando cómodamente la caída del 2020, de tal modo que el PIB global al final de 2021 será bastante mayor que el de fines de 2019, y aumentaría 7,0% entre 2020 y 2022. A la Argentina le iría peor porque caería 2,4% en el mismo trienio, en marcado contraste con la mejora de países emergentes de porte (9,6%), China (16,7%), los desarrollados (4,5%), y aun Brasil (2%). No son muchos los países que caen más que la Argentina, y en su gran mayoría son pequeños y muy turísticos.

El cuadro 2 muestra varias novedades de interés. La reciente tendencia a una fortaleza relativa del dólar está perdiendo fuerza. La gente dejó de creer en que las tasas seguirían tan bajas y están en aumento las expectativas de inflación, a un nuevo target de entre 2% y 3% anual. Los más conservadores se están volcando a comprar bonos del Tesoro de USA, como mencionamos antes. Los más audaces compran commodities y acciones, pero, como puede verse en el cuadro, junto a la leve desvalorización del US$ del último mes, las commodities han caído y las bolsas buscan estabilizarse. Si bien varias economías están rebotando fuerte, subyace el peligro de una burbuja, por el alto valor histórico de los activos y el crecimiento de la deuda global, pública y privada.

El mundo, y la Argentina de modo especial por su vulnerabilidad, dependerán de aquí en más, en gran medida, de la eficacia y la velocidad de difusión de las vacunas, aun contra las nuevas cepas. Pese a la gravedad de la situación, nuestro país tiene una nueva oportunidad. Pero sólo ocasionalmente muestra decisión para adoptar el rumbo de los países que crecen y, más allá del crecimiento cíclico de este 2021, será muy difícil superar el estancamiento en el que estamos desde hace casi diez años.