Los futuros tuvieron una semana a la baja con caídas promedio de 0,8%. No se registró ninguna suba, los contratos más golpeados fueron los más largos –entre febrero 2024 y mayo 2024– que cayeron en un rango de entre -1,0% y -1,9%.

Las bajas de esta semana parecen apoyarse en el bajo volumen operado y no en un cambio en los fundamentals. Con las negociaciones con el FMI todavía dilatándose y el riesgo cambiario latente, esperamos subas para los contratos más largos.

A estos precios, la curva marca una devaluación mensualizada de 11,2% para lo que queda de julio, de 15,7% en agosto y de 12,4% en promedio para el 2023. Todos estos valores están muy por debajo del ritmo de 7,0% mensual al que corrió el A3500 durante la semana.

Así, la curva de contratos se contrajo en 691 pbs; mientras que su pendiente tuvo un aplanamiento. Destacamos tres rangos de rendimientos: prePASO sólo queda el contrato de julio que rinde TNA 134%. Entre las PASO de agosto y noviembre, los contratos ofrecen un rango de rendimiento de entre TNA 170% y 172%. Entre diciembre (fecha del cambio de mandato) y mayo del 2024, los contratos rinden entre TNA 194% y 202%, alcanzando su valor máximo en enero.

Esta semana vimos un volumen muy bajo, de tan solo 1,9 millones de contratos (contra 6,4 la semana pasada), el nivel más bajo desde principios de mayo. El interés abierto promedio también alcanzó un mínimo de 3,0, su nivel más bajo desde finales de abril.

Esta semana estaremos atentos a las noticias que puedan aparecer en relación con el nuevo acuerdo con el FMI, cuyas negociaciones ingresaron en un periodo de tiempo crítico. Otro posible catalizador será la inflación de junio –que se publicará el jueves 13– y que el mercado espera en torno al 7,3%.