Los contratos futuros de dólar frenaron bruscamente su tendencia alcista y cayeron un 4,8% promedio en la semana. En tanto que los contratos cortos se mantuvieron estables, las caídas de agosto en adelante fueron de hasta 9,4%.
El mercado parece estar otorgándole más chances a que no ocurra una devaluación en el futuro cercano. A la desaceleración del crawling peg a 6,5%, se suman la activación del swap con China, la negociación de adelantamiento de desembolsos con el FMI y mayores liquidaciones del agro.
Los contratos de mayo y junio se encuentran en $239,6 y $265,1, respectivamente. Esto significa un ritmo de devaluación del 7,5% en el mes y de 10,7% en junio, muy por encima del crawling de 6,5% que mantuvo el Banco Central durante la semana pasada. En tanto que el ritmo de devaluación implícito para los próximos 12 meses cayó a 10,7% mensual y 238% anualizado. Hace una semana era de 11,8% mensual y 283% anualizado.
La curva de tasas tuvo una importante compresión en 1710 pbs. Contra lo que veníamos observando, la curva se aplanó por las importantes bajas en las tasas largas. Los contratos rinden 89% y 129% entre mayo y julio, 154% y 172% entre agosto y noviembre, y 190% y 205% desde diciembre en adelante.
A pesar de ser otra semana con volúmenes en mínimos con tan solo 2.100 miles de contratos operados, el interés abierto alcanzó su nivel más elevado del año en 4,1 millones de contratos.