En la última semana de 2023, la devaluación se mantuvo al 2,0% mensualizado y los contratos cayeron 1,2% promedio. Las mayores caídas estuvieron en los contratos de marzo (-2,7%), abril (-3,2%) y mayo (-2,7%). Así, cierran con caídas de 4,2% en diciembre a pesar del fuerte salto cambiario a $800. De este modo, el mercado se ajustó al sendero de apreciación real para anclar el traslado a precios de la devaluación de diciembre. 

El contrato de enero cerró en $848 y descuenta una devaluación de 4,8% en el primer mes del 2024. A partir de ahí, los contratos marcan una devaluación mensual del 5,7% en febrero, de 11,4% en marzo, de 10,4% en abril y de 7,3% promedio entre mayo y octubre.

Así, la curva de tasas (TNA) luce normalizada –es decir, tiene una pendiente positiva–. El contrato de enero 68%, el de febrero 83% y el de marzo 129%. La curva alcanza un máximo de TNA 159% en mayo para luego mantener niveles similares hasta octubre. 

El volumen operado sigue muy bajo: en la semana se comerciaron 2,1 millones de contratos. El interés abierto también continúa en mínimos desde principios del 2020: el viernes 22 de diciembre el interés abierto cerró en USD 1.721 M; una caída de 58% m/m y de 58% i.a.