El efecto de los comentarios de Jerome Powell continuó en la jornada de ayer haciendo retroceder nuevamente a los principales mercados norteamericanos al mismo tiempo que volvió a fortalecer al dólar. Ante una mayor aversión al riesgo, el Nasdaq marcó la mayor caída de ayer (-1%) seguido por el S&P (-0,9%) y el Dow Jones (-0,7%).

Entre los sectores que componen al S&P sólo los sectores energético (1,5%) y de utilidades (0,3%) terminaron con resultados al alza mientras que los restantes promediaron caídas de 0,7%. El sector tecnológico fue el más afectado ante una proyección de suba de tasas por períodos más prolongados, lo que terminó haciéndolo retroceder un 1,3%. En línea con esto, las compañías growth fueron las más afectadas (-1,1%), principalmente las de mayor capitalización, mientras que las value marcaron una caída más moderada (-0,4%).

Ante este contexto el dólar volvió a fortalecerse, volviendo así a acercarse al máximo de los últimos 20 años alcanzado la semana previa. Ante una FED que continúa mostrándose agresiva a pesar del retroceso en el último dato del IPC, la moneda norteamericana se mantiene sólida con el índice DXY en 108,8 puntos. Actualmente, el mercado ya pronostica con un 75% de probabilidades una suba de 75 para la reunión del mes siguiente, llegando a que las tasas finalicen el año en torno al 3,7%.

Los bonos del tesoro marcaron subas en todos los tramos de la curva de rendimiento, principalmente en el largo plazo. Menores expectativas de crecimiento para el largo plazo producto de una política monetaria más agresiva impactó directamente en los rendimientos de los Treasuries que cerraron en 3,11%.

Respecto a los commodities, la fortaleza del dólar hizo mantener sin variaciones al oro mientras que el petróleo mostró una fuerte suba al avanzar un 4,2% hasta los USD 97. Esta suba favoreció a las compañías energéticas que se mantienen como las únicas ganadoras de la última semana al acumular una suba de 6%.