Ayer cayó un Boeing 737 en China. A pesar de que las causas del desplome aún se desconocen, dicho accidente afectó negativamente a la compañía, que retrocedió 3,6% luego de darse a conocer la noticia. A pesar de esto, la empresa se recupera levemente en el pre-market y avanza 0,5% en lo que va de la mañana.
La empresa, al igual que el sector aéreo, viene siendo afectada negativamente por el conflicto bélico y la consecuente caída en el turismo europeo. De esta forma, la Boeing acumula una baja de 7,7% en lo que va del año, aunque había logrado repuntar durante la última semana, antes del desplome de ayer. Sin embargo, cabe destacar que los accidentes históricos que tuvo la empresa no afectaron significativamente el precio de las acciones. Uno de los más destacados fue el accidente del año 2014, de la compañía Malaysia Airlines, que solo provocó una caída cercana al 5%, para luego recuperar la pérdida en los días siguientes.
El gran problema de la compañía continúa siendo no solo la invasión rusa, sino el gran aumento que están teniendo sus costos producto de la suba en los precios del petróleo. Esto lleva a especular con que la recuperación del sector aéreo será mucho más lenta de lo pronosticado a principios de este año. JETS, el ETF que mide al sector, retrocede un 36% desde el año 2020, y aún cae un 4,7% en lo que va del 2022, lo que lo ubica muy por debajo de los rendimientos de índices como el S&P o el Nasdaq.