Ante el fugaz éxito de sus políticas para contener el aumento de precios en commodities, el gobierno chino instó a las empresas controladas por el Estado a que reduzcan su exposición a los mercados internacionales de materias primas, lo que implica desarmar posiciones compradas en futuros y reducir coberturas.

En conjunto con lo anterior, la Administración Nacional de Alimentos y Reservas Estratégicas del país liberará parte de sus reservas, de magnitudes desconocidas, principalmente de aluminio, cobre y zinc.

El objetivo final de China es evitar que la inflación se mantenga persistentemente elevada, forzando a una mayor contracción monetaria y fiscal que frene su recuperación económica.

Las primeras medidas no tuvieron un éxito duradero. El precio interno del hierro, que había saltado 30% en los primeros 10 días de mayo y forzado una reacción del gobierno, devolvió transitoriamente dicha suba para luego volver a subir con fuerza. Actualmente ronda USD 212 por tonelada, un 17% por encima de los valores de principios de mayo, y acumulando un alza de 118% en los últimos 12 meses.

G7 busca contrarrestar influencia china

El grupo de las 7 democracias más importantes del mundo, que tuvo su reunión anual este fin de semana en Inglaterra, planteó la necesidad de ofrecer a las naciones menos desarrolladas una alternativa frente a las propuestas de infraestructura que ofrece China.

En este sentido, se propuso una iniciativa que se denominará “Build Back Better World (B3W)”. La misma consiste en proveer alianzas y financiamiento transparente para desarrollar infraestructura en países emergentes.

Si bien la magnitud de este proyecto aún no fue definida, para rivalizar con el plan que China viene implementando desde 2013, los montos deben medirse en billones de dólares, e implican un aumento en la demanda de commodities tales como hierro, acero y cobre.