El contexto de incertidumbre y preocupación por la recesión no solo impacta en EE.UU, sino que también se expande por toda Europa. A la inflación – que continúa marcando nuevos máximos – se le suma una posible crisis energética, especialmente en caso de tomar nuevas medidas contra Rusia.
Ayer, Rusia informó que suspendería el envío de gas hacia Europa, que llega por el gasoducto Nord Stream 1. A pesar de que el gobierno de Vladimir Putin indicó que la medida sería temporal desde el 11 al 21 de julio – y por mantenimiento –, se teme que sea una represalia por las sanciones que el continente ya aplicó sobre el país soviético. Esto llevó a que el gas se diferencie de otros commodities y termine la jornada de ayer avanzando un 7,3%, ante la preocupación por la falta de oferta hacia el continente europeo.
Ante este escenario, el euro volvió a retroceder y ya marca una caída de 11,6% frente al dólar en lo que va del año, quedando muy cerca de igualar a la moneda norteamericana (EUR/USD en 1,0047). Esta caída se da también por la diferenciación de políticas entre la FED y el Banco Central Europeo, que recién en julio empezaría a aumentar las tasas de interés en pos de controlar la suba de precios.
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Elon Musk cancela compra de Twitter
Luego de tantas idas y vueltas alrededor de esta operación, el multimillonario finalmente rechazó la compra de la red social por el valor acordado inicialmente (USD 44.000 M). Luego de darse a conocer la noticia, Twitter retrocedió un 11,3% ayer, quedando el precio de la acción en USD 32,65, muy lejano de los USD 54,2 que había acordado pagar el CEO de Tesla. Según Elon Musk, la compañía no cumplió con los requisitos solicitados para avanzar con la compra, entre los que se destacaba la información sobre las cuentas spam que manejaba la red social.
Sin embargo, los directivos de Twitter ya indicaron que avanzarían con acciones legales ante el incumplimiento del contrato ya acordado. Esto no solo impactó en el precio de las acciones Twitter, sino también en las de Tesla, que retrocedieron un 6,6% producto de la multa económica que podría afectar a su CEO y, en consecuencias, llevarlo a vender acciones de la compañía para abonarla.