La suba de 2,7% que marcó el petróleo WTI terminó impulsando al alza a los principales índices norteamericanos en la jornada de ayer. Esto ocurrió luego de que se diera a conocer una caída en las reservas de crudo de Estados Unidos para la primera quincena de agosto. A esto se le suma la falta de avances en el acuerdo con Irán, lo que termina presionando a la oferta energética a nivel mundial. 

De esta manera el sector energético fue el principal ganador de la jornada (2,7%) impulsando así al alza a los tres principales índices estadounidenses: Nasdaq (0,3%), S&P (0,2%) y Dow Jones (0,1%). Sin embargo, el petróleo aún acumula una baja de 4,5% durante la última semana y un 11% en el último mes. Cabe destacar la diferenciación que están marcando los sectores de energía renovable y solar, los cuales para el mismo período avanzan un 19,5% y un 20% respectivamente. Estas industrias comienzan a tomar relevancia de cara al largo plazo, principalmente ante el desabastecimiento energético que se espera en Europa luego de la prohibición del petróleo ruso.

Por el lado contrario, el real estate se ubicó como el mayor detractor (-0,7%) luego de presentarse datos de ventas de viviendas existentes que tuvieron una contracción de 5,9% m/m en comparación a la caída de 5,5% m/m en el mes previo. 

Respecto a los Treasuries, toda la curva cerró con caídas en sus rendimientos con la USD 10 YR ubicándose en 2,88%. El dólar volvió a fortalecerse luego de que se dieran a conocer los subsidios por desempleo semanales, que no mostraron una fuerte suba respecto a la semana previa. A esto se le sumó que el dato anterior se terminó ajustando a la baja, lo que continúa reforzando el sólido mercado laboral que viene mostrando Estados Unidos. Esto lleva a considerar que la FED aún mantiene margen para avanzar con su política monetaria agresiva, lo que sumado a los comentarios hawkish de los miembros termina favoreciendo a la moneda norteamericana.