Ante un contexto de inflación al alza cada vez más preocupante, ayer Jerome Powell, presidente de la FED, dio indicios de que la entidad tomará medidas más agresivas para controlar la suba de precios que afecta a EE.UU.
Entre las declaraciones, el presidente indicó que “ante una inflación que más que triplica las estimaciones de 2% de la entidad, moverse cada vez más rápido sería necesario”. Sumado a esto, detalló que una suba de 50pb era una de las opciones que se barajaban para la suba de mayo.
A pesar de que la entidad ya descontaba una suba de 50 pb para mayo y julio, las declaraciones de la FED llevaron a retroceder a los mercados, ante un contexto cada vez más hawkish. Esto, a su vez, descarta los pronósticos de una suba de 1,9% para fines de 2022 ya que, de seguir en este camino, las tasas terminarían en niveles más altos, en un intento por controlar la suba de precios que afecta al país. En este momento, las expectativas ubican las tasas entre 2,75% y 3% para finales del año actual, lo que podría incrementarse en caso de medidas cada vez más hawkish.
Las tasas de Treasuries se vieron afectadas por las declaraciones, avanzando hasta 2,93% y marcando nuevamente un máximo de los últimos tres años. La USD5YR alcanzó un rendimiento de 3,02%, valor que en los últimos 10 años solo había marcado una vez. Esto demuestra la caída en la demanda que están marcando los bonos, como también una proyección cada vez más baja de crecimiento futuro por parte del mercado.