Mientras esperan los datos de inflación de EE. UU. que se conocerán hoy, los mercados siguieron gozando de un muy buen arranque de mes, con ganancias generalizadas en bonos y acciones. Si bien las declaraciones de Powell en el Congreso enfriaron las expectativas de un adelanto en el recorte de tasas de interés, los inversores siguen previendo que en septiembre bajarían la tasa en 25 pb. Esto le puso un freno a la caída de los rendimientos de los bonos del Tesoro que cerraron la jornada prácticamente sin cambios, con la USD10Y en 4,28% y la USD2Y en 4,68%. Si bien esto impidió una mejora en los bonos del Tesoro, los bonos corporativos IG y los HY subieron 0,2%. 

En cuanto a las acciones, los tres principales índices americanos lograron subas de 1,0%, con todos los sectores marcando una jornada positiva. Entre los destacados se encuentra el Tecnológico, con una ganancia diaria de 1,5% de la mano de Nvidia que anotó un alza de 2,7%.

Por el lado de los commodities, el petróleo WTI subió 1,2% hasta USD 82, luego de que el informe de la Agencia Internacional de Energía señalara que los inventarios de crudo cayeron más de lo esperado. Diferente fue la suerte de las materias primas agrícolas que operaron a la baja, entre las que se destacó la soja con una caída de 1,7% hasta los USD 422 la tonelada, marcando el nivel más bajo de las últimas 10 semanas ante las buenas perspectivas de cosecha en el hemisferio norte.

En el resto del mundo se prestó atención a los datos de inflación de junio publicados por China y por Brasil. En cuanto al gigante asiático, el IPC marcó una caída de 0,2% m/m –en mayo había bajado 0,1% m/m– acumulando en los últimos doce meses un alza de apenas 0,2%, lo que refleja en cierta medida el pobre dinamismo de la actividad económica. Por el lado de Brasil, el IPC subió 0,21% m/m –muy alejado del 0,46% m/m que había registrado en mayo– y en los últimos doce meses marcó una suba de 4,23%, la más alta desde febrero –aunque sigue por debajo de la meta del 4,5% i.a. que tiene como objetivo el BCB–.