Comienza la temporada de balances del 4Q22 donde la mira estará puesta en el efecto que tuvo la suba de tasas de interés sobre los resultados de las firmas. Históricamente, cuando comienza un trimestre las estimaciones de ganancias para los próximos 12 meses del S&P 500 se ajustan a la baja, efecto que se profundiza durante el 4Q. Así, desde el inicio al cierre del 4Q22 la corrección fue de 4,3% a la baja. Esto supera tanto el promedio de los últimos cinco años, el ajuste fue de 2,5%, como el de los últimos 10 años, con un ajuste de 3,3%. Se evidencia entonces que los inversores fueron corrigiendo las expectativas de ganancias para el índice, especialmente ante la preocupación sobre la caída que pueda darse en el nivel de actividad. 

Tras este ajuste, las ganancias esperadas para el 4Q22 marcan una baja 2,2% i.a. para el S&P 500 y, en caso de confirmarse, llevaría al peor resultado desde el 3Q22, cuando la baja fue del 4,4% i.a. Al igual que ocurrió durante todo 2022, el sector energético se ubica como el gran ganador del trimestre (64,7% i.a.) y si no lo tenemos en cuenta la tasa de ganancias del índice retrocede a -6,7% i.a. Entre los restantes sectores, solo tres pronostican tasas de ganancias positivas (industriales, real estate y utilidades), mientras que los otros siete promedian una tasa negativa de 12,2% i.a. A esto se le suma que el ratio negatividad–positividad se ubica en 1,7: de 100 firmas 65 ya preanunciaron resultados por debajo de las estimaciones del mercado. Esto lleva a esperar una importante volatilidad durante la época de presentaciones, especialmente de cara a esta semana que se publicarán los datos de entidades financieras como JP Morgan (JPM), Bank of America (BAC) y Wells Fargo (WFC).

Sin embargo, destacamos que a pesar del ajuste tanto en los precios como en las ganancias durante el último trimestre, el ratio forward P/E se ubica actualmente en 17,3, casi igual al promedio histórico de los últimos 10 años (17,5). Esto demuestra que el ratio no está tan atractivo, aunque se ubica por debajo del promedio de los últimos cinco años (18,3). 

Respecto al cierre de la jornada, la mira estuvo puesta en las declaraciones del presidente de la Fed, Jerome Powell. La falta de agresividad en su discurso disminuyó la preocupación de los mercados que continúan expectantes al resultado de la inflación que se publicará mañana. Ante este escenario, los tres principales índices cerraron la jornada con subas moderadas. Mientras que el Nasdaq avanzó un 0,8%, el S&P y el Dow Jones subieron 0,7% y 0,6%, respectivamente. Por el lado de los sectores, los cíclicos fueron los más favorecidos, el de comunicaciones y el de consumo discrecional avanzaron un 1,5% y 1,2%, respectivamente, mientras que, por el contrario, el de consumo defensivo fue el único detractor al caer 0,2%. Toda la curva de rendimientos de bonos del tesoro volvió a cerrar al alza con los mayores tramos marcando las principales subas. Sin embargo, el resto del mercado de renta fija no acompañó esta tendencia y cerró en terreno negativo. Los bonos de mercados emergentes fueron los mayores perdedores (-0,6%) seguidos por los bonos de alta calidad y mayor rendimiento que registraron caídas más moderadas (-0,3% y -0,1%, respectivamente).