En la reunión mensual llevada a cabo ayer, el BCE confirmó sus intenciones de subir los tipos de tasas de interés en julio. Tal como lo proyectaba el mercado, la entidad anunció un alza de 25 pb tanto para ese mes como para septiembre. Entre las declaraciones, también indicó que proyecta un camino de suba de tasas moderado y gradual, con el objetivo de controlar la inflación al alza que está sufriendo la zona del euro.

Sumado a esto, la entidad anunció que este mes finalizaría la recompra de activos netos, aunque luego aclaró que podría incrementar su postura de subir las tasas dependiendo de la trayectoria de la inflación. Cabe destacar que las estimaciones oficiales continúan con un objetivo a mediano plazo de 2% de suba de precios, mientras que en mayo el dato interanual alcanzó un nuevo máximo de 8,1%. Esto sorprendió a los inversores, dada la postura más moderada que históricamente tomaba la entidad, lo que llevó a que en los últimos meses el dólar logre fortalecerse respecto al euro, ya que la FED mostraba una política monetaria más agresiva que su contraparte europea.

Ante este escenario, las bolsas europeas cerraron a la baja, promediando caídas de 1,5% y arrastrando así los índices norteamericanos.