Los mercados internacionales volvieron a cerrar una jornada de caídas ante la búsqueda de refugio contra el escenario recesivo que se pronostica. Esto llevó a que los principales índices acumulen su tercera jornada consecutiva. El índice Nasdaq volvió a encabezar las caídas al retroceder un 1,2%, mientras que el S&P y el Dow Jones lo hicieron en 0,8% y 0,4% respectivamente. Esto llevó a que el S&P vuelva a ingresar en terreno de bear market, lo que implica que acumula una caída de más de 20% desde haber alcanzados sus máximos a fines del año 2021.
Respecto a los sectores que componen al S&P, el de salud fue el único que logró acumular un rendimiento positivo al cerrar la jornada de ayer (0,5%). La razón fue el impulso que tuvieron las acciones de Eli Lilly (4,9%) después de que se cambiara la condición de la firma desde ¨neutral¨ a ¨comprar¨, producto del desarrollo de una nueva droga para disminuir de peso que está realizando la compañía. Según miembros de la empresa, el estudio sobre la droga viene presentando sólidos resultados, lo que en caso de aprobarse podría elevar en más de un 20% las ganancias de la compañía.
Por el lado contrario, el sector de consumo discrecional volvió a ser el más afectado de la rueda (-2,3%) seguido por el financiero (-1,7%). Ambos son sectores que ven recortadas fuertemente sus ganancias ante un escenario recesivo, lo que ya impacta en el recorte de expectativas de ventas por parte de varias de las compañías. Cabe destacar el efecto que el escenario actual viene teniendo sobre las empresas que realizan innovaciones disruptivas medidas en el ETF ARKK. El sector se ve fuertemente afectado por el contexto de suba de tasas, impactando no sólo en la valuación actual de las firmas sino también en el encarecimiento para la toma de deuda. Esto lleva a que el ETF acumule un retroceso de 13,6% en la última semana, lo que se suma a la caída de 59,3% que marca en lo que va del 2022.
Por su parte, la curva de bonos del tesoro no muestra señales de retroceso al marcar nuevos máximos anuales en todos los tramos, principalmente en el largo plazo. Esto profundiza la inversión de la misma con el spread de la USD 2 YR (4,12%) y la USD 10 YR (3,72%) alcanzando los 40 pb. Ambos rendimientos vuelven a marcar máximos desde 2007 y 2011 respectivamente, lo que demuestra que la incertidumbre continúa mostrando el mercado a pesar de la postura agresiva que viene manteniendo la FED desde inicios del año.
Ante este contexto, el mayor ganador de la jornada de ayer fue el Yen Japonés, luego de que el BCJ realizara su primera intervención cambiaria de los últimos 24 años. El objetivo de la entidad japonesa fue impulsar a la moneda producto del retroceso de casi 24% que venía marcando en el año en relación al dólar. La falta de medidas monetarias, a pesar del escenario recesivo, llevó a una fuerte depreciación de una de las monedas consideradas de mayor solidez dentro del sistema financiero global. Esto llevó a que el Yen se aprecie un 1,2% frente al dólar luego de la jornada de ayer, aún no está claro si la medida sería suficiente ya que el Banco Central Japonés volvió a evitar subir las tasas de interés manteniendo así una política monetaria más pasiva.
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