Ayer se conoció el dato de inflación de EE.UU. de noviembre que registró una suba de apenas 0,1% m/m, muy por debajo de las expectativas del consenso de 0,3% m/m y de 0,5% m/m que preveía el nowcast de la Fed de Cleveland. Con este resultado, en los últimos doce meses el IPC subió 7,1%, la menor inflación desde diciembre de 2021. Este resultado se explica en parte por la contracción de 1,6% en los precios energéticos pero también porque el IPC Core, que excluye alimentos y costos de la energía, también estuvo por debajo de lo esperado y marcó un avance de 0,2% m/m, alcanzando así un 6% i.a. 

La contracción de los servicios médicos (-0,7% m/m) volvió a ser la gran sorpresa y, al igual que ocurrió el mes previo, impulsó a la baja tanto al IPC como al IPC Core. Esto se debe al cambio en el cálculo de precios para el sector de salud realizado en octubre, más específicamente en los seguros médicos. Esta modificación en la fórmula podría llevar a desvíos para la totalidad del sector de servicios médicos durante todo un año y distorsionaría el resultado final. De esta manera, la contracción interanual de los servicios no sería tan pronunciada. A este resultado se le suma que los alimentos aún acumulan un alza de 10,6% i.a., transporte un 14,2% i.a. y vivienda un 7,1% i.a. No se espera que estos ítems registren una fuerte disminución en el corto plazo. 

Por estas razones, el mercado reaccionó de forma muy favorable al dato inicial aunque terminó licuando parte de estas ganancias a lo largo del día. Con este marco de fondo, la mira estará puesta especialmente en el PCE, índice que analiza la Fed, y que no registró ninguna modificación en sus cálculos en los últimos meses por lo que marcaría un registro de inflación más certero para los últimos meses.

Los principales índices terminaron el día al alza con el Nasdaq avanzando un 1,1% mientras que el S&P y el Dow Jones lo hicieron en 0,8% y 0,3%, respectivamente. Dentro de los sectores, el real estate fue el mayor ganador de la jornada (2,2%) favorecido por la inflexibilidad a la baja que continúan marcando los precios de los alquileres. A pesar de la contracción en el costo de las viviendas, las altas tasas dificultan la compra de nuevos hogares impulsando al alza el costo de los alquileres. En segundo lugar se ubicó el sector energético (1,9%) favorecido por la nueva suba en el precio del petróleo (3%). El dato de inflación lleva a suponer que la Fed podría empezar a flexibilizar su política agresiva, lo que evitaría una contracción en la actividad económica que favorecería a la demanda energética. Sin embargo, la mira continúa en la reunión de la Unión Europea que aún no alcanza un acuerdo para establecer un precio máximo sobre el gas natural que compra. Mientras que Italia o España defienden la medida para poder controlar la suba de precios, Alemania se ubica en contra indicando que esto podría favorecer el desabastecimiento energético de la región.  

El oro fue el segundo ganador entre los commodities y avanzó un 1,6% ayer, acumulando un alza de 2,2% semanal. Las menores expectativas de suba de tasas luego del bajo dato de inflación llevaron al dólar a retroceder un 1,1% favoreciendo así la posición del metal como reserva del valor. De esta manera la moneda norteamericana se aleja de sus niveles máximos, favoreciendo a los commodities, a los mercados emergentes y a las compañías que operan a nivel mundial. 

A nivel global, las mayores caídas las registraron Brasil (-9%) y Taiwán (-15,6%). El país latinoamericano volvió a verse golpeado por el anuncio de nuevos miembros que compondrán el equipo del futuro presidente Lula Da Silva. Por su parte, el mercado del país asiático se desplomó luego de que el gobierno de Taiwán denunciara la entrada de bombarderos nucleares chinos en su espacio aéreo. Esto vuelve a poner en la mira al conflicto geopolítico y las implicancias que tendría especialmente sobre el sector de semiconductores. Por esta razón, aún no se recomienda posicionarse en el ETF SOXX ya que hay una gran cantidad de compañías que operan en el territorio taiwanés.