Si bien los indicadores económicos publicados tuvieron resultados mixtos, Wall Street volvió a tener una jornada positiva y ya recuperó toda la caída que había registrado el lunes, cuando la tensión e incertidumbre por la guerra comercial habían golpeado a todo el mercado. En la rueda del miércoles, los tres principales índices de acciones operaron al alza: el S&P 500 subió 0,4%, el Nasdaq 0,5% y el Dow Jones 0,7%. Entre las acciones se destacó el aumento de 5,1% en Nvidia, impulsado por el anuncio de Super Micro Computer (+8%) que completó la producción de su centro de datos de IA utilizando la plataforma Blackwell de Nvidia, lo que ayudó a reforzar la confianza del mercado. Del lado opuesto, las acciones de Alphabet retrocedieron 7,0% debido a una pérdida de ingresos en la nube, y AMD cayó un 6,3% debido a ventas de centros de datos más débiles de lo esperado. Además de la incertidumbre por la guerra comercial, las principales empresas tecnológicas sufren las preocupaciones sobre las medidas regulatorias que podría aplicar el gobierno de China.
En cuanto a la renta fija, ayudados por la demanda de activos más seguros y por las declaraciones de Bessent –quien mencionó que el objetivo es reducir la inflación sin presionar a la Fed–, las tasas de los bonos del Tesoro volvieron a caer, alcanzando el nivel más bajo en las últimas siete semanas. El UST2Y cedió 3 pb, quedando en 4,19%, mientras que el UST10Y bajó 9 pb hasta 4,42%. En este contexto, los principales índices de renta fija ganaron 0,5% en la jornada, siendo los corporativos Investment Grade –que tienen mayor duration– los más destacados, con un alza de 0,7%. Por su parte, los bonos High Yield subieron 0,3%, y los bonos del Tesoro avanzaron 0,5%. También fue una buena jornada para los bonos emergentes, que ganaron 0,6% y, en lo que va del año, acumulan una subida de 2,3%.
El dólar continuó retrocediendo, con el DXY cerrando la rueda en 107,6, lo que implicó una caída de 0,4% respecto a la jornada anterior. La baja del día se apoyó en la pérdida de 1,1% frente al yen japonés, que cerró en USDJPY 152, en tanto que retrocedió 0,3% contra el euro. La performance fue diferente frente a las monedas emergentes, ya que avanzó 0,3% frente al yuan, hasta USDCNY 7,27, al tiempo que subió 0,8% contra el real brasileño, cerrando en USDBRL 5,80.
En el mercado de commodities, el petróleo y la soja retrocedieron, mientras que el cobre y el oro volvieron a subir. Concretamente, el precio del petróleo WTI perdió 2,3% y terminó la rueda en USD 71 el barril, empujado por el informe de la Agencia Internacional de Energía que mostró inventarios de crudo en EE. UU. más elevados de lo esperado, lo que se suma a las preocupaciones sobre la dinámica de la demanda debido a la tensión comercial global. En el caso de la soja, las mejores condiciones climáticas en Argentina y el avance de la cosecha en Brasil presionaron a la baja la cotización, que cerró la rueda en USD 388 la tonelada, 1,6% por debajo de la jornada anterior. Por su parte, el cobre subió 2,6% y, en lo que va del año, acumula una suba de más de 11%, respaldado por los buenos datos de la actividad manufacturera tanto en EE. UU. como en China. Finalmente, el oro no detuvo su rally y subió 0,8%, alcanzando los USD 2.865 la onza.
En cuanto a los datos económicos del día, la mala nota la aportó el PMI de servicios de EE. UU., que en enero disminuyó a 52,8 desde una cifra revisada a la baja de 54 en diciembre de 2024 y muy por debajo de las previsiones de 54,3. La lectura apuntó a una expansión más lenta en el sector de servicios, debido a menores aumentos en la actividad empresarial (54,5 vs. 58) y los nuevos pedidos (51,3 vs. 54,4). Además, los inventarios estuvieron en territorio de contracción por tercer mes consecutivo (47,5 vs. 49,4). Por otro lado, el empleo (52,3 vs. 51,3) y los nuevos pedidos de exportación (52 vs. 50,1) aumentaron más rápidamente y las presiones sobre los precios disminuyeron (60,4 vs. 64,4).
Diferente fue el caso de los indicadores de empleo, dado que el ADP de enero marcó que el sector privado agregó 183.000 trabajadores a sus nóminas, cifra superior a los 176.000 revisados al alza en diciembre de 2024 y por encima de las previsiones de 150.000. El impulso de la contratación en el cuarto trimestre se prolongó hasta enero, con algunas excepciones, incluida la manufactura. El sector de producción de servicios añadió 190.000 puestos de trabajo, en tanto que el sector productor de bienes perdió 7.000 puestos. Mientras tanto, el crecimiento salarial anual para quienes permanecieron en su empleo fue del 4,7% y el crecimiento salarial para quienes cambiaron de empleo fue del 6,8%.
El déficit comercial de EE. UU. se amplió a USD 98.400 M en diciembre de 2024, tras una brecha revisada de USD 78.900 M en noviembre y por encima de las previsiones de un déficit de USD 96.600 M. Es el déficit comercial más alto desde un récord en marzo de 2022, cuando las empresas estadounidenses se apresuraron a asegurar bienes antes de los aranceles de la administración Trump. Esto refleja un aumento del déficit de bienes a USD 123.000 M y una disminución del superávit de servicios a USD 24.500 M. Las importaciones totales se dispararon un 3,5% m/m hasta USD 364.900 M, mientras que las exportaciones disminuyeron un 2,6% m/m a USD 266.500 M. Para todo 2024, el déficit aumentó un 17% respecto a 2023, alcanzando USD 918.400 M, dado que las exportaciones subieron 3,9% i.a. y las importaciones 6,6% i.a. Los mayores déficits comerciales se registraron con China (USD 295.400 M), la UE (USD 235.600 M), México (USD 171.800 M) y Vietnam (USD 123.500 M), con el de Canadá en USD 63.340 M.