A la espera del dato inflacionario, los mercados cerraron su tercera jornada consecutiva al alza. El pronóstico para diciembre es que los precios se mantuvieron sin variaciones respecto al dato previo, ubicándose por debajo del 0,1% m/m de noviembre. En caso de confirmarse, la inflación interanual sería de 6,5%, logrando así acumular su quinto mes consecutivo a la baja desde el máximo de 9,1% alcanzado en julio. Este escenario mostraría a los inversores que la Fed podría comenzar a desacelerar su política de suba de tasas ya que la inflación alcanzaría así el menor valor de todo el 2022. Ante este contexto, las expectativas de suba de tasas para la reunión de febrero se estiman en 25pb con un 80% de probabilidades mientras que la proporción restante pronostica un alza de 50pb. Sin embargo, la mira principal estará en el dato del IPC Core, que no toma en cuenta energía ni alimentos, y que se pronostica en 0,3% m/m vs 0,2% m/m en noviembre. Cabe destacar que este es el dato más inflexible a la baja, por lo que un resultado por encima de las estimaciones podría sorprender y marcar una importante volatilidad durante la jornada de hoy.
Con este marco de fondo, los mercados volvieron a cerrar en terreno positivo con el Nasdaq marcando la mayor suba del día (1,4%) seguido por el S&P (1%) y el Dow Jones (0,5%). El optimismo favoreció a todos los sectores aunque principalmente a las compañías growth, que se verían más afectadas ante un escenario de tasas altas por un mayor período de tiempo. Por esta razón, la mejora en las expectativas llevó a que el sector de real estate (3,6%) sea el mayor ganador de la jornada, seguido por el de consumo discrecional (2,7%) y el tecnológico (1,7%). Respecto al mercado de renta fija, toda la curva de rendimientos de bonos del tesoro marcó nuevas caídas, especialmente para el tramo largo. Así, la USD10YR cerró en 3,54%, el menor valor del último mes, mientras que la USD2YR lo hizo en 4,22%. La caída más pronunciada en el tramo largo demuestra una leve mejora en las expectativas para el largo plazo, mientras que para el corto aún se pronostica una inflación sostenida en el tiempo. Esto mantiene la reversión de la curva de rendimientos que se posiciona así desde inicios de 2022.
La mejora en las expectativas futuras hizo retroceder al dólar: el DXY cayó a 103,18 puntos, su menor valor de los últimos seis meses. A pesar de que aún marca una importante volatilidad, este retroceso favorece no sólo a las monedas restantes sino también a los commodities dada su relación inversa con el dólar. Así, el crudo registró una suba del 3%, mientras que el cobre y el aluminio lo hicieron en 2,2% y 1,7%, respectivamente, impulsados también por una mejora en las expectativas de crecimiento futuras ante una flexibilización de la política monetaria. Esto favoreció a los mercados emergentes: los bonos avanzaron un 1,1% mientras que el índice de acciones EEM marcó una suba de 0,4%. Entre las regiones, LATAM fue la más favorecida al subir un 2,2%, con México, Argentina y Brasil subiendo también 2,2%, mientras que Chile tuvo un alza de 3,4% impulsado por el cobre. Cabe destacar que Brasil acompañó el impulso de la región a pesar de que sus ventas minoristas sorprendieron en noviembre con una contracción de 0,6% m/m (vs un -0,3% m/m esperado). Esto lleva a un acumulado interanual de 1,5%, poniendo en la mira el efecto que las altas tasas de interés están generando sobre el nivel de actividad.
