Las señales de menores tasas por parte de la Fed impulsaron el apetito por riesgo. Las acciones revirtieron las bajas intradiarias y los bonos soberanos recortaron rendimientos, lo que también favoreció a los corporativos. El dólar cedió parte de sus ganancias recientes, mientras que el oro volvió a máximos históricos como cobertura frente a la incertidumbre. En commodities, el petróleo cayó por expectativas de mayor oferta y menor demanda, y el cobre retrocedió ante riesgos de producción.
En la reunión de la NABE (National Association for Business Economics) en Filadelfia, Jerome Powell señaló que la actividad económica se mantiene algo más firme de lo previsto, aunque advirtió sobre un aumento en los riesgos para el empleo. Explicó que, si bien la tasa de desempleo continúa baja, la creación de puestos se desaceleró considerablemente por la menor inmigración y participación laboral, lo que deriva en un mercado laboral menos dinámico. También indicó que la Fed podría finalizar el proceso de reducción de su balance en los próximos meses, dado que las condiciones de liquidez se están ajustando. Además, alertó que demorar decisiones de política podría agravar el impacto de los aranceles y las pérdidas de empleo, al tiempo que la ausencia reciente de datos clave incrementa la incertidumbre sobre el rumbo de la política monetaria.
Las acciones comenzaron la jornada en baja, pero con el correr de la rueda revirtieron las pérdidas y cerraron con ganancias. El Dow Jones lideró con un alza de 0,92%, en tanto que el S&P 500 avanzó 0,32%. Por su parte, el Nasdaq retrocedió 0,15%. Los sólidos resultados bancarios apuntalaron el rebote: Citigroup saltó 4,6% tras superar los ingresos en sus cinco líneas de negocio y Wells Fargo subió 8,0% luego de mejorar un indicador clave de rentabilidad y presentar su objetivo de crecimiento tras las restricciones regulatorias. En cambio, Goldman Sachs cayó alrededor de 0,9% pese a registrar ingresos récord en el tercer trimestre, al advertir sobre una nueva ronda de despidos para reducir costos y aprovechar oportunidades en inteligencia artificial.
Los bonos soberanos reaccionaron con caídas en las tasas de interés. En particular, la UST2Y retrocedió 5 pb y cerró en 3,48%, mientras que la UST10Y bajó 3 pb y finalizó en 4,02%. Al mismo tiempo, el cierre parcial del gobierno federal limitó la publicación de datos económicos clave, reduciendo la visibilidad inmediata sobre el crecimiento doméstico. Con esta baja de tasas, el índice de bonos del Tesoro avanzó 0,2%. Esta mejora se extendió a los bonos Investment Grade, que subieron 0,3%, y a los High Yield, que avanzaron 0,2%. En tanto, la deuda de mercados emergentes se mantuvo estable.
El dólar recortó parte de las ganancias acumuladas en las últimas ruedas. El DXY cedió 0,2% hasta 99,03, impulsado por una apreciación de 0,3% del euro y una caída del dólar frente al yen de 0,4%. Al mismo tiempo, el oro subió 0,9% y alcanzó un nuevo máximo histórico en USD 4.148 la onza. Con este avance, acumula un alza de 58,1% en lo que va del año.
Por otro lado, el precio del petróleo WTI retrocedió 1,8% hasta USD 58,5 por barril ante una combinación de expectativas de mayor oferta y menor demanda. La Agencia Internacional de Energía proyectó para 2026 un superávit global récord cercano a 4 M de bpd, debido a un aumento de producción de la OPEP+ y otros productores. A su vez, recortó su previsión de crecimiento del consumo ante un panorama económico más débil y señales de que la demanda de combustibles tradicionales podría haber alcanzado su techo. A esto se sumó el recrudecimiento de las tensiones entre EE. UU. y China, que elevó la incertidumbre y presionó aún más los precios a la baja. Por su parte, el cobre retrocedió 2,4% por riesgos de oferta derivados de interrupciones en minas de Chile e Indonesia, con Codelco registrando su menor producción en más de 20 años y la mina Grasberg aún limitada por un accidente reciente.