En una semana en la que la atención estará centrada en la publicación del índice de inflación de julio, los mercados comenzaron sin grandes movimientos. El S&P 500 cerró sin variaciones, el Nasdaq ganó un 0,2%, mientras que el Dow Jones retrocedió un 0,3%. Los sectores inmobiliario y de servicios de comunicaciones lideraron las pérdidas de la sesión, mientras que los sectores de tecnología, energía y servicios públicos cerraron en terreno positivo. Entre las acciones destacadas, Nvidia subió un 4%, mientras que Qualcomm cayó un 1%, y JetBlue Airways se desplomó un 20,7% después de anunciar planes para pedir prestado USD 2.750 M, utilizando su programa de fidelización como garantía.

El rendimiento de los bonos del Tesoro de EE. UU. a 10 años se mantuvo estable en 3,95%, permaneciendo por encima de los mínimos de un año de 3,79% alcanzados a principios de mes. Este escenario se da mientras los operadores se preparan para una semana cargada de datos clave que podrían ser decisivos para evaluar la fortaleza de la economía estadounidense. Las probabilidades de un recorte de 50 pb por parte de la Fed se han reducido a casi el 50%, en comparación con el 85% de la semana pasada, cuando el temor a una posible recesión en EE.UU. había aumentado las expectativas de un recorte más agresivo.

En cuanto a los datos económicos del día, el déficit presupuestario del gobierno de EE.UU. en julio se amplió a USD 244 MM, frente al déficit de USD 220,7 MM registrado en el mismo mes del año anterior, aunque fue levemente inferior a lo que esperaba el mercado (USD 254,3 MM). Los ingresos aumentaron un 20% interanual, alcanzando USD 330 MM, aunque ajustados por los ingresos de impuestos diferidos, el aumento fue del 12% interanual. Mientras tanto, el gasto total subió un 16% interanual hasta USD 574 MM, liderado por un incremento de USD 72 MM en los desembolsos de Medicare. Los intereses de la deuda también aumentaron un 21% interanual, alcanzando los USD 81 MM, mientras que la tasa de interés promedio ponderada subió 49 puntos básicos hasta el 3,33%.

Durante los primeros 10 meses del año fiscal 2024, el déficit de EE.UU. cayó un 6% a USD 1.517 MM desde USD 1.614 MM en el mismo período del año fiscal 2023, gracias a que los ingresos crecieron un 11% interanual mientras que el gasto total lo hizo un 6% interanual. Es importante destacar que la mejora fue más significativa al considerar el resultado primario (que no incluye el pago de intereses), el cual se redujo en un 30%, dado que el gasto primario sólo aumentó un 2% interanual, lo que llevó a que el déficit primario pasara de USD 1.052 MM a USD 748,5 MM.

El precio del petróleo se disparó un 4,2%, cerrando en USD 80,1 por barril, marcando así cinco días consecutivos de subidas. Este incremento fue impulsado por la escalada del conflicto en Medio Oriente, que amenaza con restringir los suministros mundiales de crudo. El Pentágono ha intensificado su presencia militar en la región, ordenando el despliegue de un grupo de ataque con portaaviones y otras fuerzas adicionales en respuesta a una posible agresión iraní hacia Israel. Las tensiones aumentaron después de un ataque aéreo durante el fin de semana, y las fuerzas israelíes continuaron las operaciones cerca de la ciudad de Khan Younis, en el sur de Gaza, el lunes, empeorando el conflicto.

Por otro lado, la OPEP redujo su pronóstico de crecimiento de la demanda mundial de petróleo para 2024, bajando de 2,25 millones a 2,11 millones de barriles por día. Esta revisión se debe a datos más débiles y a una menor demanda de China. Además, la OPEP+ ha extendido sus recortes de producción hasta septiembre, con una eliminación gradual prevista a partir de octubre.

El precio de la soja cayó USD 6, cerrando la jornada en USD 371 por tonelada, marcando su nivel más bajo en casi cuatro años. Esta disminución se debe a una oferta abundante y una demanda relativamente baja. Se espera que la producción mundial para el período 2024/25 sea considerable, con Brasil proyectando una cosecha excepcionalmente grande que incrementará aún más la oferta global. Además, las condiciones climáticas mejoradas en los EE. UU., con lluvias que han mitigado la sequía anterior, están beneficiando los rendimientos de los cultivos.

Por otro lado, los datos recientes del USDA indican que, aunque las exportaciones son sustanciales, están por debajo del ritmo habitual, con las ventas de nuevas cosechas en su nivel más bajo en 20 años. La fuerte competencia de la soja brasileña y argentina, junto con las mayores compras de China de soja brasileña más barata, también están influyendo negativamente en los precios del mercado.