El mercado rebotó tras la toma de ganancias previa, con liderazgo del sector tecnológico y respaldo de mejores datos en servicios y empleo privado. Las tasas largas repuntaron y la renta fija cedió terreno, mientras el dólar se mantuvo estable, el oro recuperó y el petróleo corrigió por señales de sobreoferta. En cambio, la soja extendió su impulso ante la distensión comercial entre EE. UU. y China. Todo ocurrió en medio del shutdown más largo de la historia de EE. UU., que limita la visibilidad de los datos oficiales.

Tras un martes débil, las acciones repuntaron a medida que se disiparon las preocupaciones por las valuaciones de las empresas vinculadas a la IA. El Nasdaq lideró con un avance de 1,2%, seguido por el S&P 500 con +0,8% y el Dow Jones con +0,6%. Los sectores energético, de consumo discrecional y tecnológico encabezaron las alzas. Nvidia subió 1,6%, al tiempo que Alphabet y Broadcom avanzaron más de 2% cada una. AMD ganó 3,4%, recortando pérdidas iniciales tras presentar una proyección de ingresos que decepcionó al mercado. McDonald’s trepó 2,4% tras reportar un crecimiento de ventas en EE. UU. superior a lo esperado, y Qualcomm avanzó 4,8% antes de publicar sus resultados al cierre. En contraste, Palantir Technologies cayó 1,1%, extendiendo sus recientes bajas, en tanto que Super Micro Computer se desplomó 9,9% luego de ofrecer una previsión de ganancias inferior a lo previsto para el período actual.

Con los datos positivos del ISM de servicios y del empleo ADP, la UST2Y y la UST10Y subieron 5 pb y 6 pb, respectivamente, alcanzando niveles de 3,63% y 4,16%, ante una moderación en las expectativas de enfriamiento económico. De esta manera, el mercado descuenta un tercer recorte del año de 25 pb para la reunión de la Fed en diciembre, con una probabilidad del 65%. En este contexto de tasas al alza, el índice de bonos del Tesoro cayó 0,4%, lo que generó un contagio en la curva de Investment Grade y en la deuda de mercados emergentes, que retrocedieron 0,2% cada una. En tanto, los High Yield se destacaron con una suba de 0,1%.

El impacto en el US Dollar Index (DXY) fue neutral, cerrando en 100,2. Sin embargo, en las últimas cinco ruedas avanzó 1,0% y se ubica en su nivel más alto desde mayo. El euro se mantuvo estable y la libra subió 0,2%, movimiento compensado por un avance del dólar frente al yen de 0,3%. En Brasil, la divisa retrocedió 0,7% hasta USDBRL 5,36. El oro fue el gran beneficiado de la jornada, al recuperar 1,3% y alcanzar los USD 3.983.

Por otro lado, el petróleo WTI cayó 1,5% hasta USD 59,6 por barril, presionado por el aumento de inventarios en EE. UU. y los temores de sobreoferta global ante la mayor producción de la OPEP+ y otros países. A su vez, la debilidad de los datos manufactureros de Asia y EE. UU. reforzó las preocupaciones por una menor demanda energética. Por su parte, la soja, que continúa reflejando los efectos del nuevo acuerdo entre China y EE. UU., avanzó 1,0% y cerró en USD 411 la tonelada.

En el dato económico del día, el índice ISM de servicios subió a 52,4 en octubre desde 50 en septiembre, superando las previsiones de 50,8 y marcando la expansión más fuerte del sector desde febrero. La actividad empresarial mejoró a 54,3 (vs. 49,9) y los nuevos pedidos a 56,2 (vs. 50,4), mientras que el empleo continuó en contracción con 48,2 (desde 47,2), reflejando cautela sobre la fortaleza económica. Según el ISM, no hubo señales de despidos generalizados, aunque el cierre parcial del gobierno afectó la actividad y generó preocupación. El índice de pedidos pendientes prolongó su tendencia bajista de tres años y medio, cayendo a 40,8 (vs. 47,3), al tiempo que las presiones de precios aumentaron a 70 (desde 69,4) por el impacto de los aranceles.

También se publicó el informe de empleo ADP, que mostró que las empresas privadas en EE. UU. incorporaron 42.000 puestos de trabajo en octubre, tras una revisión al alza que reflejó una pérdida de 29.000 en septiembre, superando las previsiones de 25.000. Fue el primer aumento desde julio, aunque no generalizado. El sector de servicios sumó 33.000 puestos, impulsado por comercio, transporte y utilidades (47.000), educación y salud (26.000) y actividades financieras (11.000). En cambio, se registraron caídas en servicios profesionales (-15.000), información (-17.000) y ocio y hospitalidad (-6.000). El sector de bienes agregó 9.000 empleos, principalmente en recursos naturales/minería (7.000) y construcción (5.000), mientras que la manufactura perdió 3.000. Asimismo, el crecimiento salarial anual se mantuvo estable en 4,5% para quienes conservaron su empleo y en 6,7% para quienes cambiaron de trabajo, reflejando un equilibrio entre la oferta y la demanda laboral.