Luego de marcar una débil semana, los mercados cerraron la jornada de ayer al alza a la espera de la suba de tasas por parte de la FED que se dará a conocer el miércoles. Según las expectativas, los mercados ya esperan con un 82% de probabilidades un alza de 75 pb mientras que el 18% restante ya pronostica un avance de 100 pb. 

A esto se le suma el nuevo pronóstico de la entidad que se dará a conocer junto con la nueva suba de tasas. Se espera que la Reserva Federal corrija al alza sus expectativas de tasas ya que el mercado pronostica un piso de 4% para el 2022, muy por encima del 3,4% publicado en las proyecciones económicas previas de junio. A pesar de que este ajuste iría en línea con las expectativas de los inversores, un ajuste por encima podría impactar negativamente a un mercado que se mantiene muy sensible a las noticias negativas. Sumado a esto, la mira estará puesta en el pronóstico tanto del PBI como del PCE para este año y los siguientes. Cabe destacar que el último dato de PCE proyectado para el 2022 fue de 5,2% i.a., aún muy lejano del último dato publicado – 6,3% i.a. –. 

A la espera de estos datos, los mercados norteamericanos cerraron levemente alcistas con el Nasdaq marcando el mayor avance (0,8%), seguido por el S&P (0,7%) y el Dow Jones (0,6%). Dentro de los sectores que componen al S&P, 8 terminaron con resultados positivos con el de consumo discrecional marcando el mayor avance (1,2%), mientras que real estate (-1,1%) y el de salud (-0,9%) tuvieron las principales caídas. Respecto a este último, los comentarios de Joe Biden sobre que ¨la pandemia ya ha terminado¨ impactaron directamente en aquellas firmas productoras de la vacuna COVID-19. Entre estas se destacaron Pfizer (-1,3%), Johnson & Johnson (-0,8%) y Moderna (-7,1%), esta última por tener gran parte de su núcleo de producción en la generación de la vacuna. 

Por su parte, la curva de bonos del tesoro volvió a marcar un alza en todos sus plazos, principalmente en el corto. De esta manera volvió a aumentar el spread entre la USD 2 YR (3,95%) y la USD 10 YR (3,49%), marcando esta última el máximo valor en lo que va del año. Esto demuestra que el mercado aún puede proyectar una mayor desaceleración económica de cara al mediano plazo, llevando así las tasas de largo plazo a marcar nuevos máximos. 

Respecto a los commodities, la preocupación sobre la falta de suministros terminó por primar al efecto de suba de tasas, llevando al petróleo a avanzar un 0,7% mientras que el oro se mantuvo sin variaciones. Esto ocurrió luego de darse a conocer que la OPEP+ no alcanzó su objetivo de producción de petróleo ni en agosto ni en julio. Sin embargo, esta suba no logró revertir el resultado del sector energético que terminó un 1% a la baja ante las expectativas de desaceleración económica producto de la suba de tasas.