Tras los anuncios de Trump durante el fin de semana de subir al 25% los aranceles a las importaciones de bienes de México y Canadá, y 10% a las provenientes de China, los mercados globales arrancaron la primera rueda de la semana con importantes caídas y con el dólar fortaleciéndose. No es para menos, pues el avance de estas políticas arancelarias no solo tiene impacto en la inflación de EE.UU. –podría elevarla en 0,5 pp este año–. También abre camino a una guerra comercial con devaluaciones competitivas de otros países, así como represalias sobre las exportaciones estadounidenses, lo que derivaría en menor crecimiento con mayor inflación global. Luego de conversaciones entre Trump y sus pares de México (Claudia Sheinbaum) y de Canadá (Justin Trudeau), en las que se comprometieron a vigilar la frontera con el envío de más de 10.000 soldados y a redoblar esfuerzos para combatir el narcotráfico, se decidió postergar la medida un mes. Esto trajo cierto alivio a los inversores, aunque ahora todas las miradas se centran en las negociaciones con China.
Con este marco de fondo, los tres principales índices de acciones de Wall Street tuvieron una jornada volátil que fue de menor a mayor, borrando parte de las caídas iniciales. El S&P 500 retrocedió 0,7%, el Nasdaq 0,8% y el Dow Jones 0,3%. Las acciones de consumo discrecional, especialmente las de fabricantes de automóviles, se vieron duramente afectadas por las preocupaciones arancelarias. Las principales acciones tecnológicas como Apple (-3,4%), Nvidia (-2,8%) y Tesla (-5,2%) también tuvieron problemas. Por el contrario, la atención sanitaria, la energía y los bienes de consumo básico obtuvieron mejores resultados, ya que los inversores recurrieron a sectores defensivos.
En cuanto a la renta fija, los rendimientos de los bonos del Tesoro cerraron prácticamente sin cambios, con la UST2Y en 4,27% y la UST10Y en 4,54%, aunque durante la rueda llegaron a caer hasta 7 pb. Los principales índices de bonos cedieron 0,3% en promedio, destacándose las bajas en los corporativos de alto rendimiento, que perdieron 0,6%.
El dólar DXY subió 0,6%, aunque ese fortalecimiento se concentró contra el dólar canadiense y el euro, mientras que retrocedió frente al yen japonés. Ante las monedas emergentes, el yuan quedó sin cambios, en tanto que contra el real brasileño retrocedió 0,6%, terminando en USDBRL 5,81.
Los commodities operaron con subas generalizadas. El precio del petróleo WTI subió 0,9% hasta USD 73 el barril, el cobre avanzó 0,8% y la soja escaló 1,6% hasta USD 588 la tonelada. Con un clima más incierto, el oro subió 0,3% y marcó un nuevo récord al cerrar la jornada en USD 2.813 la onza, si bien durante la rueda llegó a cotizar por encima de USD 2.870.
En cuanto a los datos económicos del día, se destacó el PMI manufacturero de ISM de EE. UU., que en enero subió a 50,9 puntos, desde un 49,2 revisado a la baja en diciembre de 2024, superando las previsiones de 49,8. La lectura apuntó a la primera expansión en el sector fabril después de 26 meses consecutivos de contracción. Los nuevos pedidos aumentaron a un ritmo más rápido (55,1 vs. 52,1), al tiempo que se registró un repunte de la producción (52,5 vs. 49,9) y del empleo (50,3 vs. 45,4). Mientras tanto, las entregas de los proveedores fueron ligeramente más lentas (50,9 vs. 50,1), los inventarios cayeron aun más (45,9 vs. 48,4) y las presiones sobre los precios se intensificaron (54,9 vs. 52,5).