Los mercados no lograron continuar el camino alcista del miércoles y cerraron la jornada de ayer con nuevas caídas. A primera hora del día se dio a conocer la inflación de Alemania que marcó un alza de 1,9% m/m, acumulando así un 10,9% i.a, muy por encima del dato esperado de 1,3% m/m. A esto se sumó que la primera estimación del IPC de septiembre de la Eurozona subió 1,2% y acumuló en el último año un alza récord de 10%. A pesar de la contracción que viene marcando el precio del petróleo, el conflicto energético continúa azotando al continente europeo que gracias a la reacción tardía del Banco Central no logra controlar la suba de precios. Esto llevó a considerar que el BCE tendrá que tomar una postura mucho más restrictiva con mayores subas de tasas a pesar de la postura agresiva que viene tomando la entidad en las últimas reuniones. 

Ante este escenario, los mercados europeos se desplomaron, lo que generó un efecto contagio en los principales índices norteamericanos. A esto se le sumaron nuevas declaraciones de miembros de la FED donde continuaron indicando que la economía norteamericana aún puede sostener un camino más hawkish demostrado por la solidez que marca el empleo. 

Ante estos comentarios, la preocupación respecto a la suba de tasas afectó principalmente a las tecnológicas con el índice Nasdaq desplomándose un 2,9%, seguido por el S&P y el Dow Jones que lo hicieron en 2,1% y 1,9% respectivamente. De esta manera, los tres principales índices se encaminan a cerrar un mes para el olvido, promediando caídas del 10% y profundizando así su condición de bear market. Ante este escenario, el S&P se encamina a cerrar su peor septiembre desde el año 2008. 

Todos los sectores que componen al S&P cerraron el día en terreno negativo con el de utilidades (-4%) y el de consumo discrecional (-3,5%) marcando las mayores caídas del día. Este último se acerca a una contracción del 30% en lo que va del año, afectado no sólo por la caída en las ventas producto de la desaceleración de la actividad, sino también por el fuerte encarecimiento de los costos. De esta manera, los sectores cíclicos continúan recortando ganancias futuras alejándose así de una recuperación en los próximos meses.  

La curva de bonos del Tesoro norteamericano reflejó esta incertidumbre al volver a mostrar subas en el tramo largo. De esta manera, la USD 10 YR volvió a alcanzar un rendimiento de 3,75%, lo que se empieza a volver más atractivo frente a activos más riesgosos como los bonos de alto rendimiento o las acciones. Esto profundiza la salida de capitales ante una mayor aversión al riesgo que afecta a todos los mercados a nivel global con el MSCI All World, acumulando casi un 10% en el último mes. 

Respecto a los commodities, esta proyección de mayores tasas terminó por impactar negativamente en el petróleo haciéndolo retroceder un 1,1% a pesar de la publicación de caída de inventarios en Estados Unidos. Sin embargo, la mira estará puesta en la próxima reunión de la OPEP+ donde se espera que la agrupación de países recorte la producción mundial producto de la caída que viene marcando el precio del crudo. Esto sumado al conflicto geopolítico que sigue afectando a Europa podría generar un rebote en el crudo que ya acumula un retroceso de 16,3% en lo que va de septiembre.