Tal como estaba previsto, la FED confirmó el endurecimiento de la política monetaria, al elevar la tasa de referencia en 50 pb. Se agrega al alza de 25 pb de marzo, por lo que la tasa ahora se ubica en 1%, la más alta desde febrero de 2020, cuando previo a la pandemia estaba en 1,75%. Además de ser el mayor movimiento desde mayo de 2020, es la primera vez desde 2006 que sube la tasa en dos reuniones consecutivas, lo que marca la reacción de Powell luego de que la inflación llegue al nivel más alto desde 1981.
Además de la suba de tasas, la FED confirmó que comenzará a reducir las tenencias de activos en su balance, que superan los USD 9 billones. La reducción se hará en fases: a partir de junio, al reducir en USD 47.500 M en los primeros tres meses, y luego se acelerará a USD 95.000 M (USD 60.000 M de bonos del Tesoro y USD 35.000 de cédulas hipotecarias).
La FED destacó que, si bien la actividad económica se contrajo en el primer trimestre, no prevé un escenario recesivo. El gasto de los hogares y la inversión mantuvieron un buen dinamismo. Además, la creación de empleo se mantuvo fuerte en los primeros meses del año, lo que permitió una caída sustancial de la tasa de desempleo. También reconoció que la inflación sigue siendo elevada producto de los desequilibrios de oferta y demanda que dejó la pandemia, potenciada además por la suba de precios de la energía – derivada del conflicto en Ucrania –.