Los mercados globales mostraron un desempeño mixto: los índices estadounidenses alcanzaron nuevos máximos impulsados por resultados sólidos en el sector tecnológico, mientras que los emergentes retrocedieron. Por otro lado, el informe de solicitudes iniciales por desempleo en EE. UU. confirmó la fortaleza del mercado laboral, lo que contribuyó a una suba moderada en las tasas de interés y a un dólar fortalecido a nivel global. En Europa, el BCE mantuvo sin cambios las tasas, adoptando una postura cautelosa ante la inflación estabilizada y la incertidumbre comercial. En commodities, el petróleo rebotó tras la caída en inventarios y los avances en negociaciones comerciales, aunque persisten las tensiones geopolíticas.

La renta variable operó mayormente al alza, con el S&P 500 y el Nasdaq avanzando un 0,1% y 0,3%, respectivamente, y alcanzando nuevos máximos. El impulso provino de los sólidos resultados de Alphabet, que reforzaron la confianza en las inversiones en inteligencia artificial. Sus acciones subieron 1,5% tras superar las expectativas del segundo trimestre y elevar en USD 10.000 M su proyección de gasto de capital para 2025, lo que también impulsó a otras tecnológicas como Microsoft, Nvidia y Amazon. En cambio, Tesla cayó 8,8% luego de que su CEO, Elon Musk, advirtiera sobre trimestres difíciles por delante. Por su parte, el Dow Jones cedió un 0,6%, afectado por una baja del 8% en IBM debido a ingresos débiles en su división de software, y una pérdida del 3,7% en UnitedHealth tras conocerse que enfrenta una investigación del Departamento de Justicia. En contraposición a EE. UU., las acciones de China (-0,1%), Brasil (-1,3%) y mercados emergentes en general (-0,4%) retrocedieron.

Con el dato de solicitudes iniciales por desempleo mostrando un mercado laboral que se mantiene sólido, las tasas subieron 2 pb para la UST2Y y 4 pb para la UST10Y. Por su parte, el BCE (Banco Central Europeo) mantuvo sin cambios las tasas de interés en julio, poniendo fin a su ciclo de bajas tras ocho recortes en el último año. La decisión responde a que la inflación alcanzó el objetivo del 2% en junio y a la incertidumbre sobre el impacto de los aranceles propuestos por EE. UU. en la economía. Lagarde adoptó una postura prudente y señaló que, aunque el BCE no apunta al tipo de cambio, lo considera en sus proyecciones de inflación. En este contexto, los bonos del Tesoro americano cayeron un 0,1%, arrastrando a los corporativos Investment Grade y High Yield, que también retrocedieron un 0,1%. En tanto, los bonos de mercados emergentes se mantuvieron neutrales.

En paralelo, el dólar se fortaleció a nivel global. El DXY avanzó un 0,2% y cerró en 97,4; el euro se mantuvo neutral frente al dólar en EURUSD 1,18, la libra perdió un 0,5% y el dólar se apreció un 0,3% frente al yen japonés, donde la tasa a diez años cruzó la barrera del 1,6%. Por otro lado, el oro bajó un 0,5% y cerró en USD 3.372 la onza.

Respecto a commodities, el precio del petróleo WTI subió 1,5% hasta USD 66,2 por barril, cortando así una racha negativa de cuatro ruedas a la baja. El aumento se debió al optimismo en torno a las negociaciones comerciales y una caída en inventarios de 3,2 M de barriles, mayor a la esperada. Mientras tanto, persisten las tensiones geopolíticas, con Rusia deteniendo temporalmente sus exportaciones desde puertos del Mar Negro, y EE. UU. y la UE evaluando nuevas sanciones al sector energético ruso.

En el dato económico del día, las solicitudes iniciales de desempleo en EE. UU. bajaron a 217.000 en la tercera semana de julio, su menor nivel desde abril y marcando la sexta caída consecutiva, lo que refuerza la solidez del mercado laboral. Sin embargo, las solicitudes continuas se incrementaron levemente, reflejando una moderación en el ritmo de contrataciones. En esta línea, las presentadas por empleados federales alcanzaron su nivel más alto en cuatro meses tras despidos recientes.