La comercialización minorista en EE. UU. avanzó un 0,6% m/m en agosto, superando el 0,5% registrado en julio y excediendo las previsiones del mercado, que estimaban un aumento del 0,2%. En las gasolineras, se observó el mayor incremento, con un 5,2%, debido al significativo aumento de los precios de la gasolina, que se dispararon alrededor del 10%. A pesar de este resultado, teniendo en cuenta que la inflación de agosto fue del 0,6% m/m, las ventas, valuadas a precios constantes, se estancaron el último mes.

Por otra parte, los precios al productor en EE. UU. aumentaron un 0,7% en agosto, alcanzando el nivel más alto desde junio de 2022 y superando las expectativas del mercado que preveían un aumento del 0,4% m/m. Los precios de los bienes aumentaron aproximadamente un 2%, impulsados por un incremento del 10,5% en los costos de la energía. Mientras tanto, los precios de los servicios aumentaron un 0,2%. En términos anuales, la inflación de los precios al productor alcanzó un máximo de cuatro meses, llegando al 1,6% i.a.

En relación con el mercado laboral, el número de estadounidenses que solicitaron prestaciones por desempleo aumentó en 3.000, llegando a 220.000 en la semana que terminó el 9 de septiembre, lo cual se ubicó por debajo de las expectativas del mercado que esperaban 225.000. Este dato se mantuvo cerca del mínimo de casi siete meses registrado la semana anterior. Mientras tanto, las solicitudes continuas aumentaron en 4.000, alcanzando un total de 1.688.000 en dicha semana, lo que se acerca al mínimo de un mes desde finales de agosto.

En los mercados financieros, los índices de renta variable cerraron la sesión del jueves con ganancias. Los sectores tuvieron subas generalizadas, destacando Real Estate con un 1,8%, Materiales con un 1,4% y Energético con un 1,1%. El S&P 500 avanzó un 0,8%, cerrando en 4.505 puntos. El Nasdaq, impulsado por Meta con un 2,18%, Tesla con un +1,7% y Apple con un +0,8%, subió un 0,84%. El Dow Jones, por su parte, experimentó la mayor ganancia, con un incremento del 1,02%. Finalmente, el VIX, que mide la volatilidad en el mercado, cayó un 4,2% y se encuentra en mínimos desde 2019.

En el mercado de renta fija, las tasas de los títulos emitidos por el Tesoro de EE. UU. cerraron al alza. La tasa a 10 años se situó en el 4,29%, mientras que la tasa a 2 años alcanzó el 5,02%, registrando aumentos de 4 y 3 puntos base respectivamente. Por su parte, el US Dollar Index avanzó un 0,6% y se cotiza a 105,4, alcanzando su nivel más alto desde marzo. Esto ocurrió después de que datos recientes fortalecieran las expectativas de que la Reserva Federal continuará aumentando el costo del endeudamiento.

En lo que respecta a los commodities, la soja se negoció a USD 494 por tonelada en el mercado de Chicago, experimentando una disminución del 0,6% en comparación con el cierre anterior. El petróleo, por su parte, subió un 1,86% hasta alcanzar los USD 90,1 por barril, marcando su nivel más alto desde noviembre del año pasado. Mientras tanto, el oro registró un aumento del 0,1%, llegando a los USD 1.909 por onza.

En otras regiones, el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) decidió aumentar la tasa de interés en 25 puntos básicos, situándola en 4,5%, la cifra más alta en más de 20 años. Con este nuevo incremento, el décimo consecutivo, el BCE busca controlar la inflación en la zona euro y llevarla a su objetivo del 2%. Según las proyecciones macroeconómicas, se anticipa que la inflación promedio alcance el 5,6% en 2023 y el 3,2% en 2024, ambas cifras por encima de las estimaciones anteriores, principalmente debido a un aumento persistente en los precios de la energía. Además, se han realizado ligeras revisiones a la baja en la trayectoria esperada de la inflación subyacente, con un promedio del 5,1% en 2023 y el 2,9% en 2024.

Por otro lado, en Brasil, el Índice de Confianza del Empresario Industrial (ICEI) disminuyó en 1,3 puntos en comparación con el mes anterior, ubicándose en 51,9 en septiembre. Esto marca su primera caída mensual desde abril. El deterioro se atribuyó a una disminución de 2 puntos en el índice que refleja las expectativas para las empresas brasileñas, que cayó a 54,2. Por otro lado, las condiciones actuales se mantuvieron estables en 47,3, permaneciendo en territorio contractivo.