Los mercados globales iniciaron la semana con un tono claramente positivo, impulsados por el optimismo en torno a los resultados corporativos y las señales de distensión comercial entre EE. UU. y China. Se registraron subas en las acciones tecnológicas y una recuperación de los bancos, mientras que la expectativa de fin del shutdown (cierre parcial del gobierno) y eventuales recortes de tasas brindó soporte adicional a la renta fija y los commodities. En este contexto, el dólar mostró fortaleza relativa, aunque el gran ganador fue el oro, que alcanzó un nuevo récord, como refugio ante la incertidumbre fiscal y geopolítica.

Entre el optimismo por los balances y la posibilidad de una reducción en las barreras comerciales entre EE. UU. y China, las acciones subieron con fuerza. El Nasdaq lideró las ganancias con un avance de 1,4%, que lo dejó en máximos históricos y acumula un alza de 19,8% en el año. El Dow Jones ganó 1,2% y lleva un 9,8% en lo que va de 2025. Por su parte, el S&P 500 aumentó 1,1%, quedando cerca de sus máximos históricos, con una suba de 14,6% en el año. Wells Fargo y Citi ganaron 3% cada uno, ya que los inversores reconsideraron el riesgo de estrés crediticio y la perspectiva de préstamos incobrables en EE. UU., reduciendo la presión que se mantenía desde comienzos de mes. En tanto, Apple escaló 4,5% hasta un nuevo máximo gracias a señales de sólidas ventas del iPhone 17 en EE. UU. y China.

La desescalada del conflicto con China y las afirmaciones del asesor económico de la Casa Blanca, Kevin Hassett, de que probablemente el shutdown termine durante esta semana, llevaron a que las tasas de interés operaran levemente a la baja. La UST10Y cayó 2 pb y cerró en 3,99%, al tiempo que la UST2Y se mantuvo estable. En este marco, el índice de bonos del Tesoro subió 0,1%. La rueda también fue positiva para el resto de los activos de renta fija, con un avance de 0,3% para los Investment Grade y la deuda de mercados emergentes, y un alza de 0,2% para los bonos High Yield.

En el mercado de monedas, la debilidad generalizada fortaleció al dólar y, en mayor medida, al oro. El euro retrocedió 0,1% luego de que se rebajara la calificación de Francia, en medio de un deterioro del panorama fiscal en la eurozona por la creciente incertidumbre política. Al igual que el euro, la libra perdió 0,1%. En cambio, el yen cerró estable, aunque registró presión durante la rueda debido a que se considera que la próxima primera ministra Takaichi tiene un sesgo expansivo en materia fiscal. En Brasil, el dólar cayó 0,7% frente al real y cerró en USDBRL 5,37. Por su parte, el oro aprovechó las debilidades de las monedas europeas, el shutdown y las expectativas de recortes de tasas, y aumentó 2,7% hasta un nuevo récord histórico de USD 4.367 la onza.

En paralelo, el petróleo WTI cayó 0,2% y cerró en USD 57,5 el barril, extendiendo la tendencia bajista de la semana anterior, cuando se registró una fuerte corrección por las proyecciones de la AIE de un mayor superávit de crudo para 2026 y un aumento de producción por parte de la OPEP+, junto con la relajación de las tensiones en Medio Oriente. Sin embargo, las pérdidas fueron moderadas debido al cierre parcial de una planta rusa tras un ataque con drones por parte de Ucrania. En el segmento agrícola, la soja avanzó 1,2% hasta USD 379,1 la tonelada, luego de que Trump señalara públicamente al cultivo como un tema central de negociación y expresara su intención de restablecer las compras, lo que llevó al mercado a anticipar una mayor demanda china en el corto plazo. A su vez, el cobre mantuvo su tendencia alcista y aumentó 1,3%.