La jornada de ayer estuvo marcada especialmente por el dato de inflación de noviembre en EE. UU., que, aunque alineado con las expectativas del mercado, evidencia la persistencia de la resistencia para converger al objetivo de la Fed. Esto será clave para la decisión que tome la autoridad monetaria la próxima semana respecto a la tasa de referencia, sobre la cual el consenso del mercado anticipa un nuevo recorte de 25 pb.
En este contexto, las acciones retomaron su impulso, lideradas nuevamente por las empresas tecnológicas. El S&P 500 avanzó un 0,8%, el Nasdaq subió un 1,8% -alcanzando un nuevo máximo histórico-, mientras que el Dow Jones retrocedió un 0,1%. Entre las tecnológicas, destacaron Alphabet (+3,9%), Tesla (+4,5%), Nvidia (+3,4%), Meta (+1,9%) y Broadcom (+6,6%). Por otro lado, el sector de salud fue el más afectado, con United Health liderando las caídas (-4,9%).
En la renta fija, los rendimientos de los bonos del Tesoro tuvieron un leve repunte, aunque el mercado incrementó la probabilidad de un recorte de tasas de 25 pb para la próxima semana al 95%. Concretamente, el rendimiento de la UST10Y subió 5 pb hasta 4,27%, mientras que la UST2Y se mantuvo en 4,16%. En este contexto, el índice que agrupa los bonos del Tesoro retrocedió un 0,2%, resultado similar al de los corporativos Investment Grade, mientras que los High Yield se mantuvieron sin cambios y los bonos de Mercados Emergentes cayeron un 0,1%.
El dólar DXY retomó su tendencia alcista, avanzando un 0,31% con una apreciación del 0,4% frente al Euro, 0,3% frente al Yen y 0,2% frente a la Libra. Este fortalecimiento se da en un contexto en el que Canadá realizó su segundo recorte consecutivo de tasas de 50 pb, y el mercado anticipa reducciones de 25 pb en las tasas del Banco Central Europeo. La única excepción fue el Real brasileño, frente al cual el dólar perdió un 1,2%, luego de que el Banco Central de Brasil decidiera incrementar la tasa Selic en 100 pb hasta 12,25% –nivel al que no llegaba desde hace un año– acumulando un alza de 1,75 pp desde el último recorte de mayo, en un esfuerzo por contener las presiones inflacionarias.
En el mercado de commodities, el índice general subió un 1,3%. El petróleo WTI lideró con un avance del 2,5%, cerrando en USD 70 por barril, impulsado por las expectativas de recortes de tasas y un aumento en la demanda, especialmente desde China. Por su parte, el oro ganó un 0,9% para ubicarse en USD 2.718 la onza, mientras que la soja registró una leve suba del 0,1%, alcanzando los USD 366 por tonelada.
En cuanto al dato económico del día, el IPC confirmó que la batalla contra la inflación sigue vigente y es probable que cierre el año por encima del objetivo y de las proyecciones de la Fed. En detalle, el IPC general subió un 0,3% m/m –la mayor alza desde abril– y un 2,7% i.a., frente al 2,6% i.a. registrado en el mes anterior. El IPC Core también mostró un incremento mensual del 0,3%, manteniendo una variación interanual del 3,3%, estable desde agosto. La mayoría de los componentes del IPC reflejaron un mayor dinamismo en comparación con octubre, destacándose los alimentos, la energía y la vivienda. Aunque esta última desaceleró frente al mes anterior, con un aumento del 0,3% m/m, explicó cerca del 40% del alza total de precios. En términos anualizados, tanto el IPC general como el Core se ubicaron en un 3,8%, aún lejos del objetivo de la Fed.
Por último, en cuanto al dato fiscal de EE. UU., se reportó un déficit presupuestario de USD 367 MM en noviembre de 2024, lo que representa un aumento del 17% i.a., impulsado parcialmente por ajustes de calendario que adelantaron pagos de Medicare y Seguridad Social de diciembre a noviembre, sumando aproximadamente USD 80 MM a los gastos. Sin estos ajustes, el déficit habría sido de aproximadamente USD 29 MM, un 9% menor al del año anterior. Tanto los ingresos como los gastos alcanzaron niveles récord para noviembre, con un incremento del 10% i.a. en los ingresos, que llegaron a USD 302 MM, y un aumento del 14% i.a. en los gastos, que ascendieron a USD 669 MM. En los primeros dos meses del año fiscal 2025, que comenzó el 1 de octubre, el déficit acumulado alcanzó un récord de USD 624 MM, 64% más que en el mismo período del año anterior, superando incluso los déficits registrados durante la era del COVID-19. Este aumento también fue influido por el vencimiento en 2023 de los aplazamientos de pagos de impuestos debido a incendios forestales en California. Los ingresos acumulados del año fiscal disminuyeron un 7% i.a. a USD 629 MM, mientras que los gastos aumentaron un 18% i.a., alcanzando USD 1.253 MM.