Siguiendo los pasos de la Fed, ayer el Banco Central Europeo (BCE) anunció un alza de 50 pb en la tasa de interés de referencia. Así, la entidad registró su cuarta suba en lo que va del año pasando de 0pb a 250pb, su máximo valor desde el 2008. El mercado ya tenía descontada esta suba por lo que el anuncio llevó a que los principales índices inicien el día al alza. Sin embargo, la gran sorpresa fueron los comentarios desalentadores por parte de la presidente de la entidad, Christine Lagarde, quien indicó que aún se esperan varias subas de tasas, que se mantendrían en altos niveles hasta ver una importante desaceleración de la inflación. Con esta postura, el BCE confirmó su política agresiva con el objetivo de hacer retroceder la suba de precios que registró un 10% i.a. en el último dato. 

Cabe destacar que, a pesar de que el nivel de actividad y el desempleo tuvieron una performance menos mala a la esperada, Europa mantiene una perspectiva negativa de cara a 2023. A la preocupación respecto al abastecimiento energético se le suma la apertura de China que podría impulsar al alza al precio de los commodities, dificultando así el retroceso de la inflación en la región europea. Por su parte, el conflicto geopolítico se mantiene latente, especialmente con Rusia como principal exportador de energía hacia la eurozona. En caso de un nuevo encarecimiento energético, las industrias más consumidoras serían las más afectadas, golpeando así al nivel de actividad de cara al próximo año. 

Esta perspectiva generó preocupación en todos los mercados: el Nasdaq retrocedió un 3,4%, seguido por el S&P y el Dow Jones que cayeron un 2,4% y 2,2%, respectivamente. Las compañías growth, que siguen sufriendo el efecto destructivo del largo período de tasas altas, fueron las más afectadas del día (-3,7%). El sector de materiales se ubicó en segundo lugar (-3,1%), golpeado principalmente por la baja que tuvieron las mineras de oro (-4%) ante la caída de la cotización de ese metal (-1,7%). Esto se debe al fortalecimiento del dólar: el DXY avanzó un 0,8% ayer ante períodos más largos de tasas altas por parte de los principales bancos centrales del mundo. Este panorama también golpeó al petróleo que cortó la racha de tres jornadas consecutivas al alza y cayó 1,5%, aunque aún acumula una suba de 6,5% en la última semana. 

Respecto a la renta fija, los activos de mayor calidad mostraron una mayor resistencia con los investment grade retrocediendo un 0,2%, mientras que los bonos high yield y los emergentes registraron caídas de 0,9%. Por el lado de los bonos del Tesoro, las mayores perspectivas de subas de tasas impactaron principalmente en el tramo largo al disminuir el pronóstico de crecimiento para este período, llevando al spread entre USD2YR y USD10YR a 79 pb, casi el máximo valor desde que inició la reversión.