Las acciones estadounidenses cerraron nuevamente al alza, con el S&P 500 subiendo un 0,7% y alcanzando un máximo histórico, mientras que el Nasdaq ganó un 1,4% y el Dow Jones avanzó un 0,3%, impulsados por sólidas ganancias reportadas en los balances del 4Q24. Netflix se disparó un 9,7% tras informar un aumento récord en nuevos suscriptores. Oracle subió un 6,7%, acumulando un avance semanal cercano al 20% después de anunciar una empresa conjunta con SoftBank y OpenAI relacionada con una iniciativa de inversión en IA por USD 500.000 M. Por su parte, Nvidia ganó un 4,4% y Microsoft avanzó un 4,1%, en línea con el repunte tecnológico más amplio. En contraste, las acciones de menor capitalización enfrentaron dificultades debido a las nuevas señales arancelarias del presidente Trump dirigidas a las importaciones chinas –con un arancel general del 10%– y a los impuestos propuestos sobre bienes provenientes de Canadá y México, con aranceles del 25% que comenzarán a regir el 1 de febrero.

Las preocupaciones sobre la política arancelaria volvieron a presionar los rendimientos de los bonos del Tesoro, que tras una semana de descompresión, registraron un leve repunte en la rueda de ayer. La UST10Y subió 3 pb hasta 4,60%, en tanto que la UST2Y cerró en 4,30%. Este movimiento impactó negativamente en los índices de bonos, que en promedio retrocedieron un 0,2%. Los mercados aún esperan que la Fed reduzca las tasas en junio, con la posibilidad de un segundo recorte más adelante en el año.

En este contexto, el dólar dejó de caer y mostró un leve repunte frente a las principales monedas. El índice DXY subió un 0,3%, cerrando por encima de 108,1. Lo más destacado del día fue el fortalecimiento del real brasileño, que superó el nivel de USDBRL 5,95, alcanzando un máximo de ocho semanas. Este avance se dio en medio de una renovada confianza en el compromiso del gobierno con la responsabilidad fiscal. Las declaraciones del jefe de Gabinete, Rui Costa, enfatizando la disciplina fiscal y las medidas previstas para abordar la inflación de los precios de los alimentos, reflejan una postura activa hacia la estabilización económica. Estas iniciativas buscan mejorar la sostenibilidad de las finanzas públicas y contener la inflación, creando un entorno más favorable para la moneda brasileña.