Si bien Trump anunció aranceles para los países que cobren IVA a los productos estadounidenses importados –alcanzando a 150 países–, esta medida no entrará en vigor hasta el 2 de abril como mínimo, un plazo que los inversores interpretaron con optimismo y que celebraron debido a que la norma no tiene efecto inmediato. A esto se sumaron los buenos datos del mercado laboral, que más que compensaron el mal dato de inflación mayorista, el cual, al igual que el IPC publicado el miércoles, resultó mayor a lo esperado. En este contexto, el mercado estadounidense tuvo una rueda en la que los rendimientos de los bonos del Tesoro cedieron, impulsando ganancias en bonos, acciones y commodities, mientras que el dólar retrocedió a nivel global y cerró en su nivel más bajo en los últimos dos meses.
El índice de precios mayoristas (IPP) –o al productor– subió en enero un 0,4% m/m, por debajo del 0,5% m/m revisado al alza en diciembre, pero por encima de las previsiones del 0,3% m/m, impulsado por los precios de los alimentos y la energía. El costo de los bienes aumentó un 0,6% m/m –el cuarto incremento consecutivo y superior al 0,5% m/m del mes anterior–, mientras que los precios de los servicios avanzaron un 0,3% m/m, tras haber subido un 0,5% m/m en diciembre. Con este resultado, en los últimos doce meses, los precios mayoristas acumularon un alza de 3,5%, igual al 3,5% revisado al alza en diciembre y por encima de las previsiones que anticipaban una desaceleración al 3,2%. Excluyendo alimentos y energía, el IPP subió un 0,3% m/m, en línea con las previsiones, pero la tasa anual se ubicó en 3,6%, por encima de las expectativas del 3,2%. Además, las cifras de los meses anteriores fueron revisadas al alza.
En cuanto a los datos de empleo, las solicitudes iniciales de desempleo en la primera semana de febrero cayeron en 7.000 con respecto a la semana anterior, ubicándose en 213.000, por debajo de las expectativas del mercado de 215.000. Mientras tanto, las solicitudes recurrentes disminuyeron en 36.000 hasta 1.850.000 en la última semana de enero, ubicándose firmemente por debajo de las expectativas del mercado de 1.880.000 y extendiendo la caída desde el máximo de más de tres años alcanzado a principios de mes.
Los rendimientos de los bonos del Tesoro revirtieron la suba que habían marcado en la rueda del miércoles tras la publicación del IPC de enero. La UST2Y bajó 6 pb hasta 4,30%, mientras que la UST10Y cayó 10 pb hasta 4,55%. Esto impulsó a todos los índices de renta fija, que tuvieron la mejor rueda del año con un alza promedio de 0,7%, destacándose los Investment Grade y los emergentes, que subieron 0,8%.
La menor presión sobre los bonos estadounidenses debilitó al dólar, que tuvo su peor jornada del año. El DXY cayó 0,8% y cerró en 107, su nivel más bajo desde diciembre del año pasado, con retrocesos frente a todas las monedas. Entre las emergentes, el real brasileño operó prácticamente sin cambios y cerró la rueda en USDBRL 5,76.
En cuanto a la renta variable, los tres principales índices operaron al alza. El S&P 500 subió un 1,0%, el Dow Jones avanzó un 0,9% y el Nasdaq ganó un 1,4%. Las acciones tecnológicas lideraron las ganancias, con Tesla subiendo un 5,7%, Nvidia un 3,2% y Apple un 2%. Mientras tanto, las acciones del sector defensa se debilitaron después de que Trump propusiera reducir a la mitad el gasto en defensa, lo que llevó a caídas de 1,7% en Lockheed Martin, 3,5% en Northrop Grumman, 2% en General Dynamics y 1,6% en Huntington Ingalls.
Los precios de los commodities registraron subas generalizadas, con los metales destacándose. El cobre repuntó un 1,5% –acumulando un alza de casi 20% en el año–, mientras que el oro subió un 0,8% y cerró en un nuevo récord histórico de USD 2.920 la onza. En tanto, el petróleo operó estable.