El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dio un discurso ante el Comité de Banca del Senado en el que indicó que continúan preocupando los datos de inflación. Durante el último mes, los mismos fueron “mayores a los esperados” al mismo tiempo que aún se mantienen lejanos a la estabilidad de precios que busca la entidad. Durante el discurso, Powell dejó en claro que la Fed no tiene planeado modificar su objetivo de inflación del 2% y agregó que “las tasas podrían llegar a niveles mayores a los que hoy en día calcula el mercado”. De esta manera, indicó que mientras que la inflación se muestre resistente a la baja, habrá que esperar mayores subas de tasas a las previstas y los niveles máximos podrían mantenerse por un mayor período de tiempo. A sus argumentos se le sumó también la fortaleza que continúa mostrando la economía norteamericana, lo que estaría dando margen a la Fed para continuar ajustando su política económica. Entre sus comentarios, recalcó la solidez del mercado laboral que sigue mostrando una de las menores tasas de desempleo de los últimos 50 años.
A pesar del fuerte ajuste de expectativas que realizó el mercado durante el último mes, estas declaraciones volvieron a impactar negativamente en el mercado que pasó a estimar un alza de 50 pb para la reunión de marzo con un 70% de probabilidades –un mes atrás pronosticaba un alza entre 0 y 25pb-. Este ajuste repercutió también sobre las tasas implícitas que pasaron a estimar el nivel máximo de tasas alrededor de 5,6% entre junio y septiembre para luego comenzar a retroceder y así finalizar el año en niveles cercanos al 5,2%.
Con este marco de fondo, tanto la renta fija como la renta variable se vieron golpeadas. Los tres principales índices de acciones cerraron a la baja con el Dow Jones marcando la principal caída (-1,7%) seguido por el S&P (-1,5%) y el Nasdaq (-1,2%). Todos los sectores que componen al S&P retrocedieron, promediando una caída de 1,6%, con el de Real Estate ubicándose como el mayor detractor y el que más afectó al Dow Jones. Esta perspectiva de suba de tasas nos lleva a mantenernos con una postura aún defensiva, especialmente a la espera de los datos de empleo que se darán a conocer el viernes. En caso de darse un dato similar al mes previo, la contracción, especialmente en el segmento growth, podría ampliarse ante un mercado que aún pudo no haber procesado en su totalidad las mayores subas de tasas.
Respecto a la renta fija, el tramo corto y medio de la curva de rendimientos de bonos del tesoro cerró con nuevas subas ampliando así su inversión. La tasa a dos años avanzó 11 pb y superó el 5% (5,01%) mientras que la de 10 años se mantuvo sin variaciones en 3,97%. De esta manera el spread alcanzó los 105 pb, el mayor valor desde que la curva se reinvirtió a inicios de 2022. Los retornos que marcan actualmente los bonos a dos años continúan presionando a las acciones: sus rendimientos históricamente altos disminuyen el atractivo sobre activos más riesgosos. Esto también golpeó a los bonos corporativos: los high yield cayeron un 0,7% mientras que los investment grade bajaron 0,3%.
El gran ganador de la jornada volvió a ser el dólar con el DXY avanzando 1,2% hasta los 105,6 puntos. La postura más agresiva por parte de la Fed vuelve a fortalecer a la moneda norteamericana, al tiempo que golpea no sólo a las monedas restantes sino también a los commodities. El petróleo retrocedió un 3,6% mientras que el oro cayó 1,8%, marcando así una caída de 3% en el último mes y pasando a registrar un -0,6% en lo que va del año.
