Durante el fin de semana, hubo protestas contra el gobierno chino en las principales ciudades del país. La incertidumbre y el desconcierto respecto al establecimiento de la agresiva política Cero COVID generó rechazo, especialmente ante nuevas restricciones dadas a conocer la semana previa. Cabe destacar que durante la última semana China registró un nuevo máximo de contagios de los últimos nueve meses alcanzando los 55.000 casos diarios, promediando 27.000 nuevos contagios en los últimos siete días. Esto llevó a que el gobierno dictamine nuevas restricciones de circulación y confinamiento en importantes ciudades como Pekín y Shanghái. Como consecuencia, multitudes salieron a protestar en contra de las nuevas medidas. Este escenario demuestra que se mantiene latente la preocupación sobre el COVID-19 en una de las mayores economías del mundo. 

Esta noticia generó preocupación en los principales mercados que temen que estas nuevas restricciones afecten a las cadenas de suministros, concluyendo así en una mayor presión sobre la inflación mundial. Así ocurrió en abril cuando Shanghái anunció un agresivo plan de confinamiento que terminó por detener la producción en la mayor parte de las fábricas de la ciudad. En caso de repetirse, se encarecerían nuevamente los costos de producción para las mayores empresas del mundo, aumentando la presión sobre los precios finales. Apple y Tesla que, cuentan con importantes fábricas dentro del país asiático, se encontrarían dentro de las compañías más afectadas. 

Ante este contexto, los tres principales índices cerraron a la baja encabezados por el S&P (-1,6%), seguido por el Dow Jones (-1,4%) y el Nasdaq (-1,4%). Todos los sectores que componen al S&P terminaron la jornada en terreno negativo afectados por la incertidumbre global que se sumó a nuevas declaraciones agresivas por parte de miembros de la Fed. A la espera de la reunión de diciembre, integrantes de la Reserva Federal defendieron la suba de tasas indicando que recién se esperaba un recorte de las mismas para 2024 y sólo en un contexto de desaceleración inflacionaria. Esta política hawkish afecta principalmente a los sectores real estate, que ayer cayó 2,8%, y tecnológico, cayó 2,1%. Este último, a su vez, se vio perjudicado por el retroceso que marcó Apple (-2,6%) luego de darse a conocer los confinamientos en China, país donde se producen la mayor cantidad de iPhones del mundo. El energético fue otro sector que se vio fuertemente afectado por este escenario y terminó retrocediendo un 2,7% ante la menor demanda que generaría China en caso de aumentar las restricciones. 

La aversión al riesgo global favoreció la demanda de bonos del tesoro que cerró con toda su curva de rendimientos registrando nuevas caídas, a excepción del tramo corto. Así la USD10YR cerró en 3,68%, su menor valor de los últimos dos meses, mientras que la USD2YR lo hizo en 4,44% llevando al spread entre ambas a 76pb. Por su parte, el dólar fue el gran ganador del día con el DXY avanzando un 0,7% y ganando terreno principalmente contra el euro y el dólar australiano. Sin embargo, las monedas latinoamericanas lograron resistir con el real brasilero avanzando un 0,8% mientras que el mercado de ese país cerró un 0,2% al alza.