El día de ayer se conoció el dato del IPC de la zona del euro que resultó en un alza mensual de 0,1%, igualando así a las expectativas del mercado. A pesar de que el dato se ubicó por debajo del 0,8% m/m de junio, el resultado interanual volvió a marcar un nuevo máximo de 8,9% -vs- 8,6% i.a. el mes previo-. Esto llevó a un nuevo récord histórico, al igual que el Reino Unido que alcanzó un alza de precios de 10,1% i.a. el día de ayer.
Mientras que Estados Unidos marcó una desaceleración en su último dato, Europa no da señales de caída de precios al mismo tiempo que la falta de oferta energética continúa marcando al continente. Este contexto vuelve a presionar al Banco Central Europeo, que continúa marcando una política monetaria mucho más laxa que su comparable estadounidense. A pesar de que la entidad aprobó una suba de tasas de 50pb en julio por primera vez en 11 años, el resultado del IPC indica que tendrá que continuar con estas medidas para así controlar la presión inflacionaria de la región.
Ante este contexto, el dólar volvió a fortalecerse frente al euro llevando a la relación EUR/USD a caer un 2,2% en la última semana. Esto volvió a marcar la paridad entre las monedas, lo que demuestra una mayor confianza en la moneda norteamericana por parte de los inversores que esperan mayores medidas por parte de la FED. Cabe destacar que en lo que va del año el euro retrocede un 11,3% frente al dólar afectado fuertemente por el contexto actual.