Ante las expectativas de que la FED subiría la tasa 75pb en vez de 100pb, el dólar desaceleró y terminó retrocediendo. Esto también afectó al petróleo, ya que ante una menor política monetaria contractiva la actividad económica no se vería tan afectada y no impactaría fuertemente en la demanda energética.
A este efecto se le sumó que el día de ayer Gazprom, la compañía energética rusa, indicó que podría no llegar a abastecer en la totalidad a sus clientes europeos. Según la compañía, las razones serían circunstancias ¨extraordinarias¨ que empezarían a afectar el suministro esta semana.
Ante esta noticia, se reavivó la preocupación respecto al abastecimiento energético en el continente, ya que la compañía estatal maneja el monopolio de exportaciones rusas de gas mediante gasoductos. Esto repercutió tanto en el precio del gas natural como en el petróleo, lo que llevó a que marquen una suba de 6,1% y 4,8% respectivamente.
De esta forma, el WTI volvió a superar los USD 100, destacando la volatilidad que sigue marcando el sector energético ante el escenario internacional actual. La mira estará puesta en la rehabilitación del gasoducto Nordstream 1, que está cerrado hasta el 21 de julio por problemas de mantenimiento y es una de las principales vías de exportación de gas hacia Europa.