La moneda japonesa retrocedió casi 4% frente al dólar luego de que el Banco Central Japonés (BoJ) ajustara los objetivos de rendimiento para los bonos del tesoro –extendió las bandas establecidas a 50 pb vs. los 25 pb que presentaba previamente–. La entidad, una de las más conservadoras a nivel global, venía rechazando modificar su política monetaria; de hecho es una de las únicas que no ajustó sus tasas de interés en lo que va del año. A pesar de que su objetivo final se mantiene en 0%, la medida fue vista como una necesidad de ajuste para una moneda que subió casi 15% frente al dólar en lo que va del año. El anuncio fue señal de que la entidad pronostica una caída en la demanda de sus activos, y ocurre luego de los anuncios agresivos de entidades como la Fed y el BCE. A pesar de que esto favoreció al yen, el cambio sorprendió a los inversores, que no esperaban modificaciones hasta marzo (momento en que finaliza el mandato de 10 años del actual gobernador japonés). El anuncio impactó negativamente en los bonos del tesoro japoneses a 10 años que llegaron hasta 0,46% vs. 0,25% que registraron al cierre anterior. 

Por su parte, el mercado norteamericano cerró el día al alza, impulsado principalmente por el sector energético (1,9%), luego de que miembros de la OPEP+ indicaran que continuarían con medidas preventivas, dando a entender que podrían continuar con recortes de producción durante los próximos meses. A pesar de que el crudo inició el día a la baja, los comentarios hicieron cerrar la jornada un 0,8% por encima. Ante este escenario, el Dow Jones registró la mayor suba entre los índices (0,4%) seguido por el S&P (0,3%) y el Nasdaq (0,1%). Por el lado de los sectores, todos los que componen el S&P se ubicaron en terreno positivo a excepción del consumo discrecional, que cayó un 1% ubicándose así como el mayor perdedor del último mes (-7,7%).