El dato de ventas minoristas sorprendió al resultar en un alza de 3% m/m en enero, muy por encima de las expectativas de 1,8% m/m. Impulsado por ventas de vehículos y otros bienes, el dato mensual registró la mayor suba desde febrero de 2022, llevando a un alza interanual de 6,4%. Luego del dato de IPC, este resultado de las ventas minoristas pone aún más presión sobre la Fed dado que la solidez que registra el consumo podría dar mayor margen a la entidad para mantener las tasas por encima del pronóstico del mercado.
Con este marco de fondo, los inversores pasaron a aumentar su pronóstico de suba de tasas tanto para la reunión de mayo como para la de junio. En caso de concretarse tres suba de 25pb cada una, las tasas alcanzarían el 5,5% a mitad de año, muy por encima del 5% que pronostican actualmente los futuros de tasa de interés. De ser así, esto golpearía al mercado que aún espera que la Fed comience a desacelerar las tasas una vez alcanzado el pico máximo. Este escenario nos lleva a ser cautos, especialmente con las compañías growth que aún pueden verse afectadas a pesar del upside que vienen registrando en lo que va del año.
Bajo este escenario los resultados en la renta variable fueron dispares con el Nasdaq avanzando levemente (0,3%), mientras que el Dow Jones retrocedió un 0,1%, afectado negativamente por las caídas en el sector energético (-1,9%) y el de salud (-0,5%). Por último, el S&P cerró la jornada sin variaciones.
Por su parte, la renta fija se vio más golpeada con la parte media y larga de la curva de rendimientos registrando nuevos máximos del último mes. Mientras que la tasa a dos años avanzó hasta 4,63%, la de 10 lo hizo hasta 3,81%, haciendo retroceder al spread de ambas hasta 82 pb. De esta manera, el mercado muestra la preocupación que mayor subas de tasas tendría sobre los bonos, tanto soberanos como corporativos, estos últimos registrando caídas de 0,4% para los investment grade y de 0,2% para los high yield.
Ante este panorama, el gran ganador de la jornada fue el dólar que avanzó especialmente frente al euro y al yen japonés. El DXY subió un 0,7% en la jornada y un 1,7% en el último mes, alcanzando así los 103,9 puntos, el máximo valor de las últimas cuatro semanas. La fortaleza de la moneda norteamericana golpeó a los commodities con el petróleo, que cayó un 0,6%, mientras que el oro bajó un 1% y ya registra una caída de 4,3% para los últimos treinta días. Los mercados emergentes también se vieron afectados por la solidez de la moneda norteamericana cayendo un 1,1%. Sólo LATAM logró diferenciarse al avanzar un 0,4% favorecido por las subas tanto de Brasil (0,7%) como de Argentina (0,3%).